Aumenta la incidencia de cánceres en menores de 50 años

Lo reveló un estudio publicado en la revista Nature Reviews Clinical Oncology. Desde 1990 cada vez más adultos menores de 50 años desarrollan cáncer. Los que mostraron una mayor incidencia entre los años 2000 y 2012 fueron los tumores de mama, colon y recto, endometrio, esófago, vía biliar extrahepática, vesícula biliar, cabeza y cuello, riñón, hígado, médula ósea, páncreas, próstata, estómago y tiroides.

Por Dr. Daniel Cassola

Lo primero que llamó la atención de los científicos que realizaron este estudio fue algo que dieron en llamar “efecto de cohorte de nacimiento”. Esto es, que cada grupo sucesivo de personas nacidas en un momento posterior (por ejemplo una década más tarde) tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer más adelante en la vida, probablemente debido a los factores de riesgo a los que estuvieron expuestos a una edad temprana.

“Descubrimos que este riesgo aumenta con cada generación. Por ejemplo, las personas nacidas en 1960 experimentaron un mayor riesgo de cáncer antes de cumplir los 50 años que las personas nacidas en 1950 y predecimos que este nivel de riesgo seguirá aumentando en las generaciones sucesivas”, agregó Shuji Ogino, profesor y médico científico del Departamento de Patología del Brigham and Women´s Hospital.

Para realizar el trabajo, Ogino y Tomotaka Ugai, también del Departamento de Patología, analizaron datos globales que describen la incidencia de esos 14 tipos diferentes de cáncer que mostraron una mayor incidencia en adultos menores de 50 años desde 2000 hasta 2012, y luego buscaron estudios disponibles que examinaran las tendencias de los posibles factores de riesgo, incluidas las exposiciones tempranas de la vida en las poblaciones generales.

El equipo descubrió que el exposoma de la vida temprana cambió sustancialmente en las últimas décadas. El concepto de exposoma es relativamente nuevo en el abordaje de la salud y la enfermedad, y representa la totalidad de las exposiciones recibidas por una persona durante la vida. Abarca la alimentación, el estilo de vida, el peso, las exposiciones ambientales y el microbioma, y brinda a los especialistas herramientas para la investigación de las causas de las enfermedades no crónicas transmisibles.

Así es que los investigadores plantearon la hipótesis de que factores como la dieta y el estilo de vida occidentalizados pueden estar contribuyendo a la epidemia de cáncer de aparición temprana. En esta línea de pensamiento, para los autores del trabajo, los posibles factores de riesgo para el cáncer de aparición temprana incluyen el consumo de alcohol, el tabaquismo, la obesidad y la alimentación altamente procesada, entre otros. Paradójicamente, factores como la mala alimentación, el consumo de bebidas azucaradas, la obesidad, la diabetes tipo 2, el estilo de vida sedentario y el consumo de alcohol aumentaron significativamente desde la década de 1950, lo que, según especulan los investigadores, va de la mano con el microbioma alterado.

“Entre los 14 tipos de cáncer en aumento que estudiamos, ocho estaban relacionados con el sistema digestivo. Los alimentos que comemos alimentan los microorganismos en nuestro intestino”, aseguró Ugai, para quien la dieta afecta directamente la composición del microbioma y, finalmente, estos cambios pueden influir en el riesgo y los resultados de la enfermedad.

El equipo del Brigham and Women’s Hospital reconoció que esta mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer se debe, en parte, a la detección temprana a través de programas de detección del cáncer. Sin embargo, no pudieron medir con precisión qué proporción de esta creciente prevalencia podría atribuirse únicamente a la detección temprana, y plantearon que es poco probable que aumente la incidencia de muchos de los 14 tipos de cáncer debido únicamente a la mejora de las pruebas de detección.

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