Este 1 de diciembre, en el marco del Día Mundial del Sida, nuevas cifras vuelven a subrayar la importancia de la prevención, el diagnóstico temprano y el acceso a información clara sobre el VIH.

Por Dr. Daniel Cassola

Según estimaciones de 2024, 2,8 millones de personas viven con el virus en América Latina y el Caribe. En Argentina, datos del Ministerio de Salud indican que 140.000 personas tienen VIH, de las cuales el 13% desconoce su diagnóstico y el 45% fue identificado en una etapa avanzada de la infección. La gran mayoría de los casos se asocia a la transmisión sexual sin protección, lo que refuerza la necesidad de mantener hábitos de cuidado y controles regulares.

Este año, el lema internacional “Cero muertes por SIDA en 2030” busca visibilizar la importancia del diagnóstico oportuno y del tratamiento para evitar la progresión hacia etapas avanzadas de la infección. En este contexto, Fundación Huésped lanzó la campaña “Una vez en la vida, hacete el test de VIH”. Su director ejecutivo, Leandro Cahn, señaló que nadie puede afirmar con certeza que nunca estuvo expuesto a una situación de riesgo, por lo que invita a realizarse la prueba al menos una vez en la vida. También recordó que el VIH no presenta síntomas específicos y puede permanecer años sin manifestarse, motivo por el cual conocer el diagnóstico es fundamental para acceder a tratamientos que permiten conservar una buena calidad de vida.

En el país, la prueba de VIH es gratuita, voluntaria, confidencial y no requiere orden médica. Puede realizarse a cualquier edad y está disponible en diversos centros de salud. Especialistas recomiendan exámenes periódicos de infecciones de transmisión sexual, tanto como parte de controles de rutina como ante la posibilidad de haber tenido prácticas de riesgo, entre ellas el uso compartido de jeringas o relaciones sexuales sin preservativo. Además, destacan la importancia de asegurar el acceso a métodos preventivos y a información confiable sobre salud sexual.

La Organización Panamericana de la Salud explica que el VIH debilita progresivamente el sistema inmunitario al destruir células esenciales conocidas como linfocitos CD4, responsables de generar anticuerpos que combaten infecciones. Diferenciar VIH y sida sigue siendo fundamental: el primero es el virus, mientras que el segundo es la etapa avanzada que aparece cuando no hubo un diagnóstico o tratamiento adecuado. Detectar la infección a tiempo permite iniciar terapia antirretroviral y evitar su avance.

Los síntomas iniciales del VIH pueden confundirse con señales propias de una gripe, como fiebre, cansancio, ganglios inflamados o dolor de garganta. Algunas personas pueden presentar erupciones en la piel, sudoraciones nocturnas o infecciones frecuentes. En muchos casos, estas manifestaciones pasan desapercibidas, lo que vuelve aún más relevante el testeo preventivo. Con el tratamiento indicado, el VIH se convierte en una condición crónica controlable.

El panorama regional muestra diferencias entre subregiones. Desde 2010, el Caribe redujo las nuevas infecciones en un 21%, mientras que en América Latina aumentaron un 13%. Las muertes relacionadas con el sida descendieron de 42.000 a 27.000 en América Latina y de 12.000 a 4.800 en el Caribe. Jarbas Barbosa, director de la OPS, señaló que la región ha logrado avances importantes, como la ampliación en el acceso a medicamentos de larga duración y la adopción de tratamientos simplificados.

A nivel mundial, datos de ONUSIDA estiman que 40,8 millones de personas viven con VIH en 2024, y 31,6 millones reciben terapia antirretroviral. Se registraron 1,3 millones de nuevas infecciones y 630.000 muertes en el último año. Las mujeres y niñas representaron el 45% de los nuevos diagnósticos, y 120.000 niños de entre 0 y 14 años contrajeron el virus, una reducción del 62% desde 2010.

En este Día Mundial del Sida, las cifras actuales destacan la importancia de testearse, acceder a métodos de prevención y mantener información confiable como herramientas esenciales para enfrentar el VIH.