Por Dr. Daniel Cassola
Lo reveló la Universidad de Oxford, en Inglaterra. Para su confección se analizó la conducta de alrededor de 700 fumadores durante un período prolongado de tiempo. La principal conclusión es que quienes decidieron terminar de inmediato su consumo de tabaco tuvieron mucho más éxito durante la abstinencia.
De hecho, el 50 por ciento de los que cortaron con el hábito terminantemente no volvieron a fumar un mes después, mientras que entre los que lo hicieron paulatinamente la tasa de éxito solo alcanzó el 39 por ciento. Seis meses más tarde el 22 por ciento del primer grupo y el 15 por ciento del segundo continuaban sin fumar.
Lo que recomienda el grupo de investigadores, como mejor opción es elegir un día y cortar de manera definitiva con el acto de fumar. Claro que primero lo que hay que tener es voluntad de dejar de fumar. La opción gradual puede ser considerada pero a sabiendas de que la primera, la abrupta, es mejor.
Los beneficios para la salud que conlleva dejar de fumar son inmensos, hay algunos de efecto instantáneo y otros a largo plazo. A las ocho horas de fumar el último cigarrillo es cuando ya se empiezan a notar los beneficios para la salud que tiene abandonar este hábito ya que a partir de ese momento se reduce a la mitad el nivel de nicotina en sangre y se normalizan los niveles de oxígeno.
A su vez, en las primeras 24 horas se disminuye el riesgo de muerte súbita y se elimina el monóxido de carbono en sangre, mientras que en el primer y tercer mes se aumenta la capacidad física y, a partir de los primeros nueves meses, se consigue mejorar el drenaje bronquial y reducir las infecciones. Al año el riesgo de infarto disminuye en un 50 por ciento.
No obstante, el tabaquismo es una enfermedad crónica y que requiere de un tratamiento específico que trasciende el ámbito clínico y conecta con el emocional. Cada paciente es único porque cada uno tiene un grado de motivación diferente. Hay quienes dejan de fumar solos de un día para el otro, por obra solamente de la decisión personal mientras que hay quienes necesitan ayuda profesional y un proceso más paulatino.
Incluso los investigadores ingleses que realizaron el estudio que comentamos sostienen que el acompañamiento, el uso de chicles y parches de nicotina (que están probados como seguros) también son herramientas que facilitan el éxito.
No hay una receta mágica para dejar de fumar. El primer paso es la voluntad, luego hay caminos más fáciles y otros más escarpados. Lo importante es hacerlo, nuestro cuerpo lo va a agradecer.
