Tenemos que mejorar la salud de la tercera edad

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Por Dr. Daniel Cassola

Uno de los apartados del último informe del Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores que elabora la Universidad Católica Argentina, (UCA), está dedicado a la salud del amplio sector de la tercera edad. Y vale la pena repasarlo, para saber cómo estamos y en qué debemos mejorar.

Para empezar el 36,8 por ciento de los adultos mayores percibe que su estado de salud o su condición psicológica (o ambas) presenta un déficit. Con esta sensación, si se nos permite llamarla así, está íntimamente relacionado el diagnóstico de una enfermedad. Más del 45 por ciento de los que conviven con alguna patología perciben un déficit en su salud.

Como en todas las estadísticas, quienes están más abajo en la escala socioeconómica son quienes más déficits manifiestan. Así el 52 por ciento de las personas mayores que no tienen cobertura de salud sostienen que el déficit de su salud es medio o alto. El porcentaje bajan al 40 por ciento para quienes tienen PAMI y al 31 por ciento para los usuarios de obras sociales, mutuales o prepagas.

Otros de los datos que arroja el estudio es sobre el cuidado y el acceso a la salud. Según midió la UCA en 2014 el 14 por ciento de los adultos mayores no concurrió ni una sola vez al médico. Es un porcentaje mucho menor que el percibido en el estadio anterior de la vida ya que entre personas de entre 18 y 139 años el 36 por ciento no concurrió a un médico durante un año. Si bien es un porcentaje bajo nos indica que hay cientos de miles de adultos mayores que, por distintas razones, no visitan al médico.

Otro indicador importante de la deuda social en materia de salud con las personas mayores es la percepción subjetiva de su satisfacción de las necesidades de atención, destacándose que el 27,1% de las personas mayores considera que sus necesidades de atención en salud están poco o nada satisfechas. La mayor insatisfacción en cuanto a estas necesidades se halla entre quienes pertenecen al estrato muy bajo, quienes no tienen cobertura salvo el acceso a la salud pública y quienes han tenido escasas oportunidades educativas.

En lo que concierne a la demora en la obtención de un turno médico, se observa un déficit general que afecta a toda la población, dado que más de la mitad tiene que esperar más de un mes para la obtención de un turno. En efecto, el 56,7% de las personas mayores debió esperar ese lapso, frente al 51,2% de quienes tienen de 18 a 59 años.

En líneas generales el informe de la UCA denota la existencia de varios déficits en la salud de nuestros adultos mayores. Hay mucho por hacer para mejorar. Una de las acciones que consideramos necesaria es la creación de un hospital para adultos mayores en la Ciudad de Buenos Aires. Si les interesa la propuesta la pueden visitar aquí. Nos parece que se trata de una herramienta fundamental para mejorar la salud de nuestros adultos mayores.

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