Por Redacción Curar con Opinión
El 29 de octubre es el Día Mundial de la Prevención del Ataque Cerebrovascular. Se estima que 15 millones de personas por año sufren un ACV en el mundo y otros 5 millones y medio mueren en consecuencia. Cómo prevenir un ACV y qué hacer frente a un caso pueden definir el futuro de un paciente.
De cara al Día Mundial de la Prevención del Ataque Cerebrovascular (ACV), que se conmemora todos los años el 29 de octubre, resulta de interés saber que 8 de cada 10 episodios pueden prevenirse, es decir, el 80% puede evitarse con hábitos de vida saludables. En la Argentina, se produce un ACV cada 9 minutos; y 126 mil casos por año, de los cuales 18 mil terminan en muerte.
El ACV representa la cuarta causa de muerte y la primera de discapacidad en el mundo. Se trata de una urgencia médica causada por la brusca pérdida de flujo sanguíneo al cerebro. Dentro de este espectro, existen dos situaciones: la más común es el accidente cerebral isquémico (producido por un coágulo sanguíneo que bloquea un vaso del cerebro y representa el 87% de todos los accidentes cerebrovasculares); otro es el llamado ataque cerebral hemorrágico, que es originado por la ruptura de un vaso sanguíneo hacia dentro del cerebro. En apenas minutos, cualquiera de los dos casos hace que las neuronas se debiliten o mueran porque las células nerviosas no pueden funcionar sin oxígeno.
“Durante un ACV mueren casi 2 millones de neuronas por minuto”, sostiene Paola Caro, directora médica de Vittal, y añade: “Reconocer un ACV en el momento que ocurre es fundamental para poder acudir de inmediato a un centro médico donde el paciente pueda recibir el tratamiento adecuado a tiempo”.
Cada segundo es vital para ayudar a quien sufre un ACV. Para ello, es fundamental saber reconocerlo. “Es muy importante estar atento en el momento en que comienzan los síntomas de un ACV y la duración de estos. Conocer los signos de alarma de un posible ACV puede ayudar a salvar la vida de quien lo padece”, enfatiza Caro.