Por Redacción Curar con Opinión
El dengue es una enfermedad de distribución mundial y viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Es la primera patología en frecuencia dentro de las arbovirosis (enfermedades virales transmitidas por artrópodos). El riesgo del dengue está en relación directa con la presencia del vector, el virus y de los huéspedes susceptibles.
Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad, y la viremia dura entre cinco y siete días, es decir, que ese es el momento en el que si son picados por el Aedes aegypti y luego éste pica a otra persona se transmite el virus.
“El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna”, explicó Valeria El Haj, directora médica de la obra social OSPEDYC.
Puntualmente en nuestro país, el mosquito Aedes aegypti está presente en más del 60 por ciento del territorio, y desde hace más de una década, tiene circulación viral endémica; debido a que Argentina reúne los factores necesarios para la presencia y propagación de la enfermedad, adquiere relevancia estacional año tras año.
Al no existir una vacuna contra el dengue, la única forma de controlar la enfermedad es prevenirla, evitando la propagación de criaderos de mosquitos y la picadura del mismo, por lo que resulta indispensable concientizar a las personas sobre sus síntomas y su prevención, y a la puesta en acción de planes programados por los municipios y comunas para disminuir la abundancia de mosquitos mediante la eliminación de tarros o recipientes de agua y la eliminación de criaderos, sobre todo en los períodos inter brotes, incluso en las estaciones de invierno o en los años con pocos casos, no se debe bajar la atención hacia la problemática y se deben desarrollar medidas para enfrentar la enfermedad de forma eficaz.
¿Cuáles son los síntomas?
Fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, dolores musculares y de las articulaciones.
Náuseas y vómitos.
Cansancio intenso.
Aparición de manchas en la piel.
Picazón y/o sangrado de nariz y encías.
En relación con los síntomas, muchos son similares a los que tienen los pacientes con coronavirus, por lo que es indispensable que la persona no se auto medique y concurra de manera inmediata a la consulta médica. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) instan a los países a continuar con los esfuerzos de vigilancia, diagnóstico y tratamiento adecuado de COVID-19 e incrementar los esfuerzos para facilitar el acceso de los pacientes con dengue y otras arbovirosis a los servicios de salud, lo que favorece una detección oportuna de signos de alarma de dengue sin descuidar las medidas de prevención del SARS-CoV-2.