La cepa surgida en la India, que fue definida como un 120 por ciento más contagiosa que la original, domina en distintas partes del mundo. Mientras tanto aquí vuelven a subir los contagios. Reuniones con expertos y medidas de cierre de fronteras hacia el exterior.
Por Dr. Daniel Cassola
En el mejor de los casos se puede entender que actualmente los casos de coronavirus en Argentina se mantienen en una meseta alta. Todo depende de cómo se lo mire. Si se consideran los últimos 14 días se puede ver que la pendiente se convirtió en una meseta, o sea el nivel de casos se estancó en alrededor de 20 mil al día, lo que de todas maneras es altísimo. Pero si se observan solo los últimos 7 días los casos comenzaron a crecer levemente y el promedio se acerca a los 21 mil por día.
Ante este contexto volvieron las reuniones virtuales con los asesores infectólogos. El primer mensaje que escuchó allí la ministra de Salud Carla Vizzotti no constituye ninguna novedad. Los científicos destacaron la importancia de culminar con los esquemas de vacunación. Actualmente hay un 36 por ciento de argentinos que recibieron al menos una dosis y un 9 por ciento que ya completó el esquema con las dos aplicaciones. En el último mes y medio se avanzó pero todavía falta mucho.
La otra gran recomendación que recibe el gobierno cuando acude a los especialistas es que se evite la circulación de la cepa Delta de forma comunitaria en Argentina, posibilidad que es calificada como “alarmante”. Si eso sucediera se estaría sumando a la cepa más contagiosa a un escenario en el que la contagiosidad ya es muy elevada. Además el 36 por ciento de vacunados con una dosis no equivale a 36 por ciento de habitantes que no se van a contagiar. Primero la inmunidad tarda de dos a tres semanas en generarse y luego las posibilidades nunca se reducen a cero.
Al día de hoy se detectaron dos casos con la cepa Delta en el ingreso al país y no se constató su circulación comunitaria. Sin embargo, la mayoría de los especialistas considera que es inevitable que llegue. Lo que podría hacer la diferencia respecto de su impacto en el país, una vez más, es que la mayoría de la población ya esté vacunada con las dos dosis. Mañana en una reunión con la CONAIN (Comisión Nacional de Inmunización) se abordará el tema de las combinaciones de distintas dosis, que de ser posible aceleraría la campaña de vacunación.
En este marco, tanto las autoridades de la Provincia de Buenos Aires como las de la Capital Federal se expresaron sobre la necesidad de tomar recaudos ante la diseminación de la variante Delta en el país. Axel Kicillof, gobernador bonaerense, anunció restricciones y controles a los viajeros bonaerenses que regresen al país desde el exterior. Deberán aislarse en hoteles durante cuatro días, costo que correrá por cuenta del viajero. Así, quienes tengan domicilio en la provincia y vuelvan al país deberán hacer un aislamiento obligatorio durante cuatro días en un hotel, y luego tendrá que completar el período de siete días de cuarentena en su domicilio. “Se trata de una cuestión de conciencia y solidaridad. Son medidas de cuidado y prevención razonables”, expresó Kicillof.
A su vez, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, también pidió a los porteños “disminuir los viajes internacionales”, con el mismo propósito de evitar o retrasar el ingreso de la variante Delta. También coincidió en que quienes den positivo de coronavirus al regresar al país o quienes no puedan realizar el aislamiento obligatorio en sus domicilios, deberán cumplir con la cuarentena en hoteles, cuyo costo estará a cargo de esas personas. “Tenemos que hacer los mayores esfuerzos para disminuir la cantidad de viajes internacionales y que quien no tenga necesidad imperiosa de viajar no lo haga; cada persona que vuelve puede traer la variante Delta”, advirtió Quirós.
En distintas partes del mundo la variante Delta ya es sinónimo de una tercera ola pandémica. Es un escenario que aquí, quizás, se pueda evitar.
