Lo afirmó Gustavo Segré, analista político. ESCUCHA EL AUDIO.
“Esto se desató unos días antes de la elección presidencial a través de una publicación de la revista Veja. A partir de la figura del arrepentido, los principales ejecutivos de las principales constructoras del país empezaron a hablar. Esto terminó con el arresto de uno de los hombres de confianza de Lula, José Dirceu. Por otro lado, devolver el dinero que se robaron es una condición que les establece la Justicia para reducir las penas, no solo que delaten”, comentó el especialista.
“Cada vez se está más cerca de la casa de Gobierno, del propio Lula. En este momento Lula cobra una conferencia el doble o triple de Bill Clinton, y están investigando si eso no es un mecanismo para ocultar otras cosas. A Dilma Roussef esto le provoca que su índice de reprobación sea del 72 por ciento. Ella ganó con el 51 por ciento pero luego cometió una suerte de fraude electoral. Cuando asumió hizo todo lo que dijo que no iba a hacer, y que era lo que el otro el candidato dijo que iba a hacer”, agregó Segré.
“Hay 16 pedidos de juicio político en el Congreso Nacional. Pero lo que la aproxima a la salida del gobierno es la no aprobación de las cuentas de su gobierno durante 2014. Se disfrazaron los números, el déficit fiscal se ocultó, lo que viola claramente la ley de responsabilidad fiscal. Si el Congreso reprueba ese accionar, debe apartarse del cargo por seis meses, por lo que asumiría el vicepresidente”, añadió.