La hipertensión arterial sigue siendo la primera causa de mortalidad prematura en la Argentina y en el mundo. A nivel global, se estima que mueren unas 10 millones de personas al año por no tener su presión controlada. En Argentina, en tanto, anualmente unas 100 mil personas fallecen a causa de alguna enfermedad cardiovascular, de las cuales un tercio no tenía su presión arterial controlada.
Por Dr. Daniel Cassola
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, a nivel global hay unos 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión y la mayoría de ellos (cerca de dos tercios) vive en países de ingresos bajos y medianos. Además, el 46% de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta afección. La enfermedad se diagnostica y trata en menos de la mitad de los adultos que la presentan (solo al 42%) y sólo uno de cada cinco adultos hipertensos (el 21%) tiene controlado el problema.
Los valores normales de presión arterial corresponden a presiones entre 120 de máxima y 80 de mínima, esto es el ideal. Ahora bien, se habla de hipertensión cuando los valores están por encima de 140/90 mmHg. Los especialistas recomiendan conocer los valore de presión para poder diagnosticar rápidamente la enfermedad y comenzar el tratamiento, que en la mayoría de los casos es farmacológico y de muy fácil aplicación.
“Nos quedó una franja en el medio -entre 130 y 140 y entre 80 y 90- esto para algunos especialistas ya es hipertensión, antes se llamaba pre hipertensión, otros la denominan presión arterial limítrofe. El concepto que tiene que quedar claro, es que la presión es extremadamente variable, necesitamos de varias mediciones para sacar un promedio, ese promedio debería estar cercano a 130/80”, explicó Marcos Marín, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA).
A nivel local, de acuerdo a lo indicado por Marín, si se analiza la situación de 100 personas hipertensas aproximadamente 40 de éstas no saben que lo son, y de estas 40 que no lo saben probablemente la gran mayoría ni siquiera tenga acceso al sistema de salud.
“Son personas que están bajo la línea de la pobreza, que no llegan a fin de mes y raramente puedan tomarse la presión o tener acceso a la medicación, este es el primer gran problema: la escasez de conocimiento tiene que ver con la falta de acceso al sistema de salud. Luego tenemos un 60% de pacientes que sí bien están bajo tratamiento, la mitad de ellos no tienen su presión arterial bajo control. Finalmente, está el otro tercio, que correspondería a un 25% de las personas que están bien tratadas y controladas; en resumen: sólo 2 de cada 10 personas tienen su presión arterial bien controlada”, subrayó Marín.
De acuerdo a los datos de la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, de 2019, la prevalencia de hipertensión arterial por autorreporte en el país ronda el 34%, un valor estable respecto a todas las ediciones anteriores de la ENFR desde 2005. Entre quienes no se conocían hipertensos por autorreporte, el 32% tuvo la presión elevada por mediciones objetivas y entre aquellas personas que se autorreportaron con presión arterial elevada, algo más de la mitad, había hecho algún tratamiento antihipertensivo durante las últimas dos semanas.
En resumen, solo 1 de cada 5 pacientes tienen la presión arterial controlada, lo cual da cuenta de la baja tasa de control de la presión arterial en el país, y esto es debido o a tratamiento insuficiente (inercia) o por incumplimiento del régimen terapéutico (adherencia).
“Los dos tratamientos son importantes, la hipertensión no se trata solamente de consumir alimentos con menos sal o salir a caminar, esto es obvio para toda la población, ahora cuando la presión está alta, hay que empezar a tomar alguna medicación para ubicarse en el objetivo terapéutico: tener la presión en 130/80”, aclaró el Marín. “Visitar periódicamente al médico, conocer los números de presión arterial y hacerse un autocontrol domiciliario se convierte en el primer paso para prevenir y controlar la hipertensión arterial”, concluyó.