Por Redacción Curar con Opinión
La pandemia por el coronavirus continúa. Ya afectó a más de 494 millones de personas y produjo la muerte de más de 6,1 millones. Desde diciembre pasado, la variante de preocupación Ómicron es la dominante. Desde la OMS, se llamó la atención sobre las recombinaciones entre las variantes, que son el resultado de la mezcla de dos variantes o entre sublinajes de ellas. La vigilancia de las variantes es clave hoy porque podrían influir en la extensión de la pandemia.
Se está siguiendo de cerca a XE, que es la mezcla entre los dos sublinajes de Ómicron, el BA.1 y BA2. La recombinante XE ya preocupa a las autoridades sanitarias.
Según la agencia sanitaria de Naciones Unidas, hoy hay un predominio global de la variante Ómicron del coronavirus. Se basa al considerar las 382.789 secuencias cargadas en la plataforma GISAID con especímenes recogidos en los últimos 30 días. El 99,7% eran muestras de pacientes con la variante Ómicron. Sólo el 0,1% eran Delta, y 649 secuencias no fueron asignadas a un linaje Pango (0,2%).
“Hay que tener en cuenta que la distribución global de las variantes de preocupación del coronavirus debe interpretarse teniendo en cuenta las limitaciones de la vigilancia, incluidas las diferencias en las capacidades de secuenciación y las estrategias de muestreo entre países, así como los retrasos en la notificación. Además, es posible que algunos países hayan cambiado sus políticas de análisis y secuenciación”, comentó la OMS en su boletín semanal.
Desde la actualización epidemiológica publicada el 22 de marzo de 2022, no hay nuevas pruebas que indiquen que la variante recombinante asignada al linaje XD, que es la recombinación de Delta y Ómicron, esté asociada a una mayor transmisibilidad o a resultados más graves.
En tanto, la recombinante XE (que incluye los sublinajes de Ómicron BA.1 y BA.2) se detectó por primera vez en el Reino Unido el 19 de enero. Desde entonces se han notificado y confirmado más de 600 secuencias.
Las primeras estimaciones indican una ventaja en la tasa de crecimiento de la comunidad por encima del 10% en comparación con BA.2. Sin embargo, este hallazgo requiere más confirmación, reconocieron.
La recombinante XE pertenece a la variante Ómicron hasta que se puedan notificar diferencias significativas en la transmisión y las características de la enfermedad, incluida la gravedad. “La OMS sigue vigilando y evaluando estrechamente el riesgo para la salud pública asociado a las variantes recombinantes, junto con otras variantes del coronavirus SARS-CoV-2, y proporcionará actualizaciones a medida que se disponga de más pruebas”, informaron.
Sin embargo, los expertos en virología y genómica no creen que la recombinante XE sea más grave o resistente a las vacunas que otros tipos de Ómicron. El profesor François Balloux, genetista del University College de Londres, afirmó que es probable que la variante siga un camino similar al del linaje AY.4.2 Delta, “olvidado desde hace mucho tiempo”, que despertó temores en Gran Bretaña pero no llegó a despegar en otros lugares. En sus redes sociales, el profesor Balloux afirmó: “La XE no es una variante preocupante”.
En tanto, la doctora Angela Rasmussen, viróloga de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, afirmó que “no hay razón para ponerse nervioso”. Remarcó que XE es uno de los muchos recombinantes de Ómicron BA.1 y BA.2. “Como tal, por mucho que tenga éxito, seguirá siendo un sublinaje de Ómicron”. Delta contaba con más de 200 sublinajes de este tipo antes de ser desplazado por Ómicron.
Hasta ahora no hay suficientes pruebas para sacar conclusiones sobre la transmisibilidad, la gravedad o la eficacia de la vacuna, según Hopkins. La agencia británica también informó que seguirá vigilando de cerca la situación de forma rutinaria, al igual que todos los datos relativos a las variantes del coronavirus tanto en el Reino Unido como a nivel internacional.