Por Redacción Curar con Opinión
Lo aseguraron desde la Academia Nacional de Medicina en un comunicado. “La pandemia representa, indudablemente, el mayor desafío que ha enfrentado la humanidad en el presente siglo. Frente a este escenario crítico, la acción mancomunada de los profesionales de la salud y la comunidad científica, sin distinción de nacionalidades y fronteras, ha permitido en un tiempo brevísimo encender una luz de esperanza, corporizada en un conjunto de vacunas, con diferentes diseños, que están mostrando notables resultados, en términos de seguridad y eficacia”, señala el escrito, luego de que en todo el país comenzó el operativo de vacunación.
Para la institución, la Argentina cuenta con un organismo controlador de enorme rigurosidad y prestigio, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat), “que dictaminará sobre la base de datos publicados y comunicados oficiales la pertinencia de aprobar el uso en el país de las vacunas que hayan demostrado los mejores niveles de seguridad y eficacia”, dice el texto, que lleva la firma del presidente de la institución, Antonio R. de los Santos. Y agrega: “El respeto estricto a la evidencia científica y a la necesaria institucionalidad en el campo de la toma de decisiones, son las conductas que nos permitirán desarrollar en el menor tiempo posible una eficaz campaña de vacunación, salvando miles y miles de vidas y ahorrando enormes sufrimientos al pueblo de nuestra Nación”.
Entre otra información, el texto revisa algunos de los datos que provocó la pandemia por coronavirus en todo el mundo, con más de 1.700.000 fallecimientos y la infección de 77 millones de personas. “Por otra parte, en función de las necesarias restricciones impuestas, ha provocado una profunda crisis económica global, empujando a sectores crecientes de la población a situaciones de mayor pobreza”, cita el comunicado, donde la comunidad médica también reconoce que a un año de haberse identificado este nuevo virus, aún no se dispone de tratamientos efectivos que logren frenar el progreso de la enfermedad severa que se manifiesta, fundamentalmente, en personas mayores y en aquellas que padecen comorbilidades, tales como diabetes, obesidad, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades cardiovasculares, inmunodepresión, ejemplifica.
“Serán, indudablemente, estas vacunas junto al encomiable esfuerzo que realizan día a día los equipos de salud, y a una conducta responsable por parte de cada individuo en los diferentes rincones del planeta, las herramientas con las cuales venceremos a la pandemia en los próximos meses -auguran desde la academia-. Ante la gravedad de la situación, es imperativo comprender que no hay tiempo ni lugar para discusiones estériles, ni tampoco para que intereses contrapuestos arrojen un manto de sombra infundado sobre la eficacia y tolerancia de las diferentes vacunas o sobre ventajas de unas sobre otras”.