Por Redacción Curar con Opinión
El Ministerio de Salud de la Nación informó en su último Boletín Epidemiológico Nacional que, entre las semanas epidemiológicas 1 y 42 de 2025, se notificaron cuatro casos de tétanos y un caso de difteria en el país. Los datos, incluidos en el Informe Epidemiológico de Eventos Inmunoprevenibles, revelan que todos los pacientes afectados por tétanos eran mayores de 60 años y no contaban con antecedentes de vacunación, lo que reaviva las alertas sobre la necesidad de mantekner al día los esquemas de inmunización, especialmente en la población adulta.
El tétanos es una enfermedad neurológica aguda causada por una neurotoxina producida por Clostridium tetani, bacteria que prolifera en heridas o lesiones contaminadas. Su evolución puede ser grave y la mortalidad elevada, por lo que requiere tratamiento hospitalario inmediato. En los casos registrados este año, todos los pacientes necesitaron internación en unidades de cuidados intensivos. Tres de ellos recibieron gammaglobulina humana antitetánica, tres presentaron antecedentes de heridas cortopunzantes y uno falleció como consecuencia de la infección.
A pesar de ser una enfermedad prevenible, el tétanos persiste como amenaza para las personas que no tienen su esquema de vacunación completo. La vacuna antitetánica tiene una eficacia cercana al 100%, pero los niveles de protección disminuyen con el tiempo. Según el Ministerio, diez años después de la última dosis la inmunidad cae a niveles mínimos, motivo por el cual se recomienda aplicar refuerzos cada década. Las autoridades sanitarias remarcaron que esta medida simple y accesible puede evitar cuadros graves e incluso fatales, especialmente en adultos mayores que no recibieron sus dosis de refuerzo.
En cuanto a la difteria, el informe confirmó un caso de difteria cutánea en una mujer de 65 años residente en la Región Centro del país. La paciente presentaba úlceras crónicas y no tenía antecedentes de vacunación. El diagnóstico fue confirmado mediante prueba de Elek positiva, y aunque su evolución fue favorable, el caso encendió las alarmas en los equipos de vigilancia epidemiológica por tratarse de una enfermedad infecciosa aguda potencialmente mortal.
La difteria es causada por cepas toxigénicas de Corynebacterium diphtheriae —y en menor medida por C. ulcerans y C. pseudotuberculosis—. Su forma más frecuente de presentación es la faringoamigdalitis exudativa con pseudomembranas grisáceas adherentes, que pueden provocar obstrucción respiratoria. En los casos graves, la toxina diftérica puede causar miocarditis, neuropatías y parálisis respiratoria. Si bien la incidencia en Argentina se mantiene baja gracias a la vacunación sistemática, los especialistas insisten en que la falta de refuerzos en la adultez representa un riesgo real de reemergencia.
El Ministerio de Salud recordó que tanto el tétanos como la difteria son enfermedades inmunoprevenibles, es decir, que pueden evitarse mediante la vacunación oportuna. El esquema nacional incluye dosis en la infancia y refuerzos cada diez años para adolescentes y adultos. La cobertura, sin embargo, disminuye con la edad, especialmente en mayores de 50 años, lo que expone a este grupo a un mayor riesgo de enfermarse ante heridas o infecciones.









