Por Redacción Curar con Opinión
Desde hoy y hasta el domingo 30 de abril se celebra la Semana Mundial de la Inmunización, una iniciativa liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que busca destacar la importancia de la inmunización y la acción colectiva necesaria para proteger a las personas de enfermedades prevenibles mediante vacunación.
Bajo el lema «The Big Catch-Up» (La Gran Recuperación), la OMS está trabajando en colaboración con sus socios para ayudar a los países a retomar el camino y garantizar que más personas estén protegidas contra enfermedades prevenibles a través de la vacunación. La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en los programas de inmunización en todo el mundo, interrumpiendo la entrega de vacunas y causando una disminución en la cobertura de inmunización en muchos países.
«Necesitamos actuar ahora para ponernos al día con los millones de niños que no recibieron las vacunas durante la pandemia», destaca la OMS en su llamado a la acción durante esta Semana Mundial de la Inmunización. Restaurar la cobertura de inmunización esencial al menos a los niveles de 2019 y fortalecer la atención primaria de salud para administrar la inmunización son tareas fundamentales para proteger a las personas y comunidades de enfermedades prevenibles.
El último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación de Argentina revela que el país está atravesando un brote histórico de dengue, con un registro de 48 víctimas fatales y circulación viral en 15 jurisdicciones. En este contexto, la Semana Mundial de la Inmunización cobra especial relevancia, ya que las vacunas son una herramienta fundamental en la prevención de enfermedades como el dengue, así como de otras enfermedades prevenibles como el sarampión, la poliomielitis, la tuberculosis, la hepatitis B, entre muchas otras.
La inmunización es una de las intervenciones de salud pública más exitosas y rentables, y ha demostrado su efectividad en la prevención y control de enfermedades infecciosas en todo el mundo. Las vacunas salvan vidas, protegen a las comunidades y contribuyen a la erradicación de enfermedades. Además, la inmunización juega un papel fundamental en la construcción de sistemas de salud resilientes y sostenibles.