La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el dato ayer en base a distintos trabajos científicos recopilados en los últimos meses. Además señalaron que todavía no es posible saber cómo responden las vacunas a la variante Ómicron. Buscan que el personal sanitario reciba el refuerzo lo más pronto posible.
Por Dr. Daniel Cassola
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró este jueves que de acuerdo a la información y datos científicos recopilados en los últimos meses, la inmunidad que ofrecen las vacunas contra el coronavirus se extiende hasta seis meses después de haber recibido la segunda dosis o dosis única (en el caso de la vacuna Janssen). “Hemos revisado los datos que hay y la mayoría muestra que la inmunidad tiene una duración de hasta seis meses”, dijo la directora del Departamento de Inmunización de la OMS, Kate O’Brien, en una conferencia de prensa.
El grupo que asesora a la OMS en cuestiones de inmunización emitió las conclusiones del análisis de datos que realizaron en los dos últimos días. Además, señalaron que es muy pronto para pronunciarse sobre la nueva variante Ómicron y cómo responde a las vacunas. Desde el organismo también recomendaron que los países actúen “con flexibilidad” a la hora de planificar las próximas fases de sus programas de vacunación para contener la pandemia.
El coronavirus sigue activo y la pandemia aún no terminó. Esto queda de relevancia a partir del dato, comunicado también por la OMS, que indica que sólo la semana pasada el virus causó 4,1 millones de nuevas infecciones confirmadas y 52.000 muertes en el mundo. Esa flexibilidad a la que refiere el organismo internacional consistiría en poder inmunizar a la población con la primera dosis de una vacuna y la segunda dosis de otra, lo que permitirá a los países que no tienen reservas de vacunas enfrentar el problema de un suministro impredecible.
Por otro lado, numerosos países tienen hasta cuatro vacunas en sus planes de inmunización contra el Covid y poder combinarlas evitaría que parte de las dosis se venzan y se pierdan, según comentó O’Brien. Sin embargo, los expertos consideraron que siempre que sea posible es preferible que se den las dosis del mismo producto.
Las vacunas que fueron autorizadas por la OMS y la mayoría de reguladores que son considerados referencia internacional ofrecen “una protección robusta al menos seis meses contra formas severas de la enfermedad, aunque se ha observado cierta disminución (de la eficacia) frente a cuadros graves, especialmente en adultos mayores y personas con enfermedades subyacentes”, detalló el presidente del grupo que asesora a la OMS, Alejandro Cravioto.
Por esa razón, los científicos mantienen su recomendación de que sólo se apliquen dosis de refuerzo a esos grupos vulnerables, así como a los trabajadores sanitarios, en particular si recibieron vacunas con virus inactivados, que corresponde a la tecnología utilizada en las vacunas de las farmacéutica chinas Sinovac y Sinopharm. Estas vacunas, que se encuentran en la lista de uso de emergencia de la OMS, fueron ampliamente administradas en numerosos países en desarrollo, incluidos los latinoamericanos.
En ese caso, el personal sanitario “debe recibir el refuerzo lo más pronto posible”, señaló Cravioto. Reservar las terceras dosis a los grupos de mayor riesgo permitiría que los países pobres, donde las tasas de vacunación son muy bajas, puedan recibir las vacunas que necesitan, según comentaron desde la OMS.