El avance global de la tuberculosis y su impacto creciente en Argentina

La tuberculosis (TB) atraviesa un periodo de resurgimiento a escala mundial y ese fenómeno tiene efectos claros en Argentina, tal como detalla la información reciente del Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación.

Por Dr. Daniel Cassola

La enfermedad, históricamente asociada a contextos de vulnerabilidad, ha vuelto a mostrar cifras en ascenso luego del retroceso general que había logrado la salud pública internacional durante las últimas décadas. En 2023, se estimaron 10,8 millones de casos confirmados y más de 1,25 millones de muertes por TB en el mundo, cifras que reafirman que la enfermedad continúa siendo uno de los principales desafíos sanitarios globales.

En la Región de las Américas, el panorama también se ha vuelto más complejo, con incrementos cercanos al veinte por ciento en la incidencia y superiores al cuarenta por ciento en la mortalidad desde 2015. Esta tendencia regional permite entender mejor lo que ocurre en el país.

En Argentina, el Boletín Epidemiológico registra un aumento sostenido de las notificaciones de tuberculosis entre 2020 y 2025, un crecimiento acumulado del 65,9 % que representa 3.169 casos adicionales en el período. Solo en los primeros meses de 2025 se notificaron 13.794 casos, de los cuales el 94,6 % fueron casos incidentes, es decir, personas que atravesaban un diagnóstico nuevo o una recaída. El resto correspondió a casos no nuevos, como reingresos tras pérdidas de seguimiento o traslados. En la comparación interanual, el país muestra un incremento del 3,6 % respecto del mismo tramo de 2024.

El boletín también revela diferencias marcadas entre regiones. La región centro concentra el crecimiento más visible, con un aumento del 8,5 % que equivale a 830 casos adicionales. Dentro de esa área geográfica, la provincia de Santa Fe se destaca con una suba superior al veinticinco por ciento, seguida por la provincia de Buenos Aires con un nueve por ciento y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un 8,10 %.

El Noroeste Argentino también experimenta un incremento, aunque más moderado, del 1,5 %, impulsado por los aumentos registrados en Catamarca, Tucumán, La Rioja y Salta. En contraste, otras regiones muestran descensos, entre ellas la región sur, que presenta la caída más pronunciada con un −17,2 %. Estos contrastes ponen de manifiesto que la dinámica de la tuberculosis en el país no es uniforme y que existen territorios donde la transmisión y la detección se comportan de manera diferenciada.

Este incremento local no puede desvincularse del fenómeno global. La pandemia de COVID-19 dejó secuelas significativas en la capacidad de los sistemas sanitarios para sostener la vigilancia, el diagnóstico y el tratamiento continuado de la tuberculosis. La interrupción de servicios, el retraso en la búsqueda de atención y la sobrecarga hospitalaria produjeron una disminución transitoria en la detección, que ahora se refleja en un aumento de casos reportados. Los datos del Boletín Epidemiológico muestran justamente esa recuperación en la capacidad de identificar casos, lo cual contribuye a explicar parte del crecimiento pero no elimina la preocupación por el impacto real de la enfermedad en el país.

Ante este escenario, el Ministerio de Salud de la Nación desarrolla una política sanitaria basada en un enfoque que combina vigilancia epidemiológica, decisiones apoyadas en evidencia y un trabajo estrecho con las provincias para asegurar la continuidad del cuidado. La expansión del diagnóstico molecular mediante la red de equipos GeneXpert es uno de los pilares que permiten una detección más temprana y precisa, especialmente en casos con sospecha de resistencia. A esto se suma la provisión nominalizada de tratamientos para formas resistentes, la asistencia experta para situaciones complejas y la búsqueda activa en poblaciones vulnerables.

A su vez, la conformación de la Red Nacional de Referentes Pediátricos en Tuberculosis busca garantizar un seguimiento oportuno y de calidad en los grupos etarios más vulnerables. En la misma línea, la articulación con DICEI para mejorar la calidad de los registros de vacunación BCG en niños expuestos permite contar con datos más completos y orientar acciones de prevención en la primera infancia, un tramo particularmente sensible en la vigilancia de TB.

El crecimiento de la tuberculosis en Argentina, tal como muestra el Boletín Epidemiológico, es un reflejo local de un problema que avanza a nivel global. El país no está aislado de las tendencias internacionales y, por el contrario, forma parte del mismo escenario de reemergencia de una enfermedad que sigue aprovechando brechas sociales, demoras en la detección y barreras de acceso a la salud.

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