La revista Time dedicó su tapa a la testosterona y por qué podría ser la causa de que los hombres se sientan más cansados, con poca libido y hasta con algunos kilos de más. Las promesas y los riesgos.
«¿Te sentís desinflado? La industria del Low-T te quiere inflar», esa es la premisa de la terapia de la testosterona, que apunta a hombres a partir de los 40 años que comienzan a sentir síntomas físicos como cansancio, baja líbido, falta de erecciones y grasa en el abdomen relacionados con el paso de los años.
Esta terapia Low-T promete revitalizar al hombre por completo suministrándole testosterona en medio de la búsqueda de la juventud eterna, tal como señala el informe de la revista Time.
En el norte de Texas, Estados Unidos, funciona un centro que se especializa en la terapia con esta hormona, liderado por el empresario Mike Sisk, quien a pesar de no saber sobre medicina, pudo darse cuenta de que las ‘panzas de cerveza’ de los americanos podían valer su peso en oro.
A los 40 años, Sisk se encontró con mucho cansancio por la tarde, durante el trabajo, haciendo deporte y con falta de deseo sexual en la intimidad. De allí que un médico le recomendó una terapia con hormonas dado que sus análisis de sangre arrojaron que tenía baja la testosterona, un signo normal del envejecimiento. Fue entonces que tomó su caso particular para crear un imperio de la virilidad invirtiendo millones de dólares
En sus 49 clínicas en 11 estados, se suministran inyecciones, aunque también existen métodos a través de parches, geles y hasta de spray nasales, con dosis de testosterona que prometen: «poder, performance y pasión».
La prescripción de este tratamiento de hormonas hizo furor, tanto que pasó de 2.9 millones en 2007 a 7.5 en 2013 y se proyectan ventas de 3.8 billones de dólares para 2018.
Cerca de 45 mil personas son pacientes en los centros de Sisk, con un valor estimado mensual de 400 dólares cada uno, y la mayoría está satisfecho con los resultados: adiós a la falta de deseo sexual, a la desmotivación, a la caída del cabello, a los huesos frágiles, a la reducción de la masa muscular y a la falta de esperma. Son las promesas al menos.
Los riesgos de prolongar la juventud
Los médicos actualmente se debaten qué tan cierto es todo esto. Si es que todos esos síntomas de la andropausia, como se conoce a la menopausia masculina, son provocados por la baja testosterona y aún más, cuáles son los niveles para determinar que una testosterona está baja.
«¿Han considerado alguna otra razón por la cual los hombres sienten fatiga, bajo deseo sexual y otros síntomas?», se preguntaron desde el observatorio Harvard Men’s Health Watch. «¿Realizan una dieta balanceada? ¿Duermen las horas que corresponde? Agenden esos factores antes de comenzar una terapia hormonal», señalan.
A principios de este año, luego de varios estudios, encontraron indicios de que ciertos hombres eran más propensos a sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares al consumir testosterona – que llevó a docenas de juicios en todo el país alegando el daño de las drogas – y fue por eso que la FDA (Food and Drugs Administration) anunció una revisión de la Low-T. Meses más tarde, la agencia pidió a los fabricantes de testosterona que advirtieran a los pacientes acerca de los posibles riesgos, como puede ser la formación de coágulos sanguíneos en las venas.
La FDA aún no aprobó esta droga y no lo resolverán hasta que los ensayos clínicos a gran escala puedan proporcionar pruebas más sólidas. Por su parte la portavoz Andrea Fischer dice a Time: «La terapia con testosterona se aprueba sólo para los varones adultos que sufren de condiciones médicas asociadas con una deficiencia o ausencia de testosterona endógena. Un descenso lento y gradual en la producción de testosterona es normal en los hombres de edad. No hay medicamentos aprobados de testosterona como tratamiento para los niveles bajos llamados Low T, sin una condición médica asociada».
Mientras tanto, la industria sigue sumando consumidores de una droga que representa la esperanza y un nuevo comienzo en los hombres: más felices y energéticos.
Aún se desconocen los efectos y el alcance que esta terapia puede generar en el cuerpo y si es que podrá revolucionar la industria de los medicamentos. «No todo lo que funciona para uno funciona para todos», aclaran. Sin embargo ya se lo compara con lo que fue el ‘boom’ del Viagra, que parecía resolver todos los problemas: «La gente esperaba que una pastilla azul pudiera arreglar sus conflictos personales y de pareja sin importar cuán complejos pudieran ser», dice el médico de Universidad de Harvard y autor del libro El mito del Viagra, Abraham Morgentaler.
Por su parte Sisk aclara que esta generación de hombres no son como sus padres, quienes esperaron sentados la vejez, sino que por el contrario, quieren mantenerse activos y seguir sintiéndose jóvenes. Y asegura tener la receta. Después de todo, los mercados están gastando millones para alimentar esas expectativas.
Fuente: Infobae
