Por Dr. Daniel Cassola
Según una investigación recientemente publicada por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona el consumo de marihuana durante la adolescencia aumenta el riesgo de aparición de enfermedades psiquiátricas en la adultez.
La adolescencia es el momento de la maduración, no solo de las personas como tales sino de los órganos y tejidos que componen el organismo. Por ejemplo se trata de una momento clave en la maduración del cerebro ya que se produce la reorganización de las sinapsis neuronales. En otras palabras, es durante la adolescencia que nuestro cerebro termina de configurarse para la vida adulta.
Ya se han publicado numerosos estudios epidemiológicos que sugieren que la exposición al cannabis en adolescentes puede aumentar el riesgo de aparición de enfermedades psiquiátricas en la vida adulta.
Por otra parte, se dan dos tendencias de la mano. En gran parte de los países occidentales está aumentando el consumo de marihuana mientras que ha disminuido la percepción del riesgo en la población joven, de 12 a 17 años. Los chicos fuman porque creen que no pasa nada, para decirlo mal y pronto.
El nuevo estudio que comentamos hoy muestra que la exposición al cannabis y al estrés durante la adolescencia puede favorecer los trastornos de ansiedad a largo plazo caracterizados por la presencia de miedo patológico.
«Hemos investigado las consecuencias de la exposición simultánea al THC, que es el principal responsable de las propiedades psicoactivas del cannabis, y al estrés durante la adolescencia», explican Rocío Saravia y Marc Ten-Blanco, principales autores del artículo. Concretamente, cómo esta exposición durante la adolescencia afecta a la extinción de la memoria del miedo en los ratones adultos.
¿Qué es la extinción de la memoria del miedo? A veces, un estímulo que debería ser neutro, como puede ser por ejemplo el hecho de visitar al dentista, se asocia con un resultado amenazador: en este caso sería el dolor que hemos sentido en anteriores visitas y provocando una respuesta de miedo. Normalmente, las reacciones de miedo disminuyen con el tiempo a medida que el estímulo deja de asociarse con la experiencia negativa. Esto se conoce como extinción del miedo. Pero cuando la extinción del miedo no ocurre correctamente, se producen trastornos de ansiedad tales como el síndrome de estrés postraumático, las fobias o los ataques de pánico.
«Hemos observado que ratones adolescentes tratados con THC y expuestos al estrés exhiben un deterioro en la extinción del miedo en la edad adulta. Sin embargo, este efecto no se observó en los animales expuestos a estos dos mismos factores por separado», detalla Fernando Berrendero, otro de los científicos a cargo de la investigación.
«Nuestros hallazgos destacan la influencia de factores ambientales como el estrés en los efectos adversos de la exposición al cannabis durante edades precoces. Esto sugiere de forma implícita, que las consecuencias del consumo precoz de cannabis dependen de manera importante del ambiente de consumo», explica por su parte Rafael Maldonado, colega de los antes mencionados. «La presencia de situaciones de estrés, que es habitual a los consumidores de esta sustancia, puede empeorar los efectos nocivos del cannabis «, concluye.
Hay cada vez más evidencias de que la marihuana no es inocua para la salud en general y para el desarrollo del organismo en la adolescencia. No es que no pasa nada si un chico consume. Es probable que esté empeorando su futuro.