Lo informó el Servicio Meterológico Nacional (SNM). El período comprendido es 1961-2023. En algunas regiones es la temporada estival más seca de la historia.
Por Dr. Daniel Cassola
En primer lugar, la organización ambientalista Greenpeace difundió datos de una encuesta de opinión pública realizada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en el último trimestre del 2022, que muestra las preocupaciones de la comunidad en relación al cambio climático. Entre los datos que arrojó el estudio, el 71% de los encuestados considera que el cambio climático es un problema actual.
Además, más del 90% considera que Argentina está muy (42%) o algo (48%) afectada por la crisis climática. A su vez, al 86% le preocupa mucho (58%) o algo (28%) el cambio climático. En este contexto, el SNM informó que el verano 2022-2023 fue el tercer verano más seco en Argentina para el periodo 1961-2023. En meteorología se considera que el verano concluye cuando comienza marzo, por más que formalmente la fecha de inicio del otoño sea el 21 de este mes.
El primero y segundo lugar en el ranking de sequedad lo ocupan las temporadas de 1961-1962 y 1988-1989. Sin embargo, para el AMBA y Corrientes este verano ha sido el más seco de la historia. En promedio, se ha registrado un 29,1 % menos de precipitaciones que lo normal.
Además, el mes de febrero 2023 ha sido el segundo más seco desde que hay mediciones, con un 41,9 % menos de lluvias que el promedio. Solo en 1972 se registraron menos precipitaciones durante este mes.
Otra de las noticias que se han publicado estos días con respecto al cambio climático es que el hielo marino en la Antártida se redujo al área más pequeña registrada en febrero por segundo año consecutivo, continuando con una disminución de una década, según informó el servicio de monitoreo climático de la Unión Europea.
El 16 de febrero, la superficie del océano cubierta por hielo alrededor del continente helado se redujo a 2,09 millones de kilómetros cuadrados (800.000 millas cuadradas), el nivel más bajo desde que comenzaron los registros satelitales, según cifras proporcionadas por el Servicio de Cambio Climático de Copérnico (C3S).
“El hielo marino antártico alcanzó su punto más bajo en el registro de datos satelitales de 45 años”, dijo Samantha Burgess, directora adjunta de C3S. Los científicos del gobierno de EE. UU. también confirmaron un nuevo récord el mes pasado, pero indicaron una cifra aún más baja de 1,79 millones de kilómetros cuadrados, una diferencia que Copérnico atribuyó a “diferentes algoritmos de recuperación del hielo marino”.
Sorprendentemente, los mínimos históricos de este año y de 2022 están un 30 % por debajo del promedio de 1981-2010. “Estas condiciones de hielo marino bajo pueden tener implicaciones importantes para la estabilidad de las plataformas de hielo antárticas y, en última instancia, para el aumento del nivel del mar global”, dijo Burgess. “Los casquetes polares son un indicador sensible de la crisis climática”, añadió.