Empezó la campaña de vacunación más grande de la historia mundial en Inglaterra

El Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña comenzó ayer a distribuir la vacuna elaborada por Pfizer y BioNTech. Recomiendan que quienes tengan historial de cuadros alérgicos fuertes no se den la dosis.

Por Dr. Daniel Cassola

Con mucha expectativa mundial, y con grandes dudas también, comenzó ayer oficialmente el operativo de vacunación en Gran Bretaña, acción que se replicará en el resto del mundo a medida que las vacunas estén disponibles. Los primeros contratiempos estuvieron dados por dos personas que sufrieron cuadros de anafilaxia (alergia severa) pero fueron estabilizados. Por eso es que las autoridades sanitarias británicas recomiendan que, por ahora, quienes tengan un historial de cuadros graves vinculados a algún tipo de alergia no se vacunen.

La seriedad de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos de Salud de Gran Bretaña no está en cuestión ya que se trata de una institución que incluso es tomada como parámetro fuera de las islas. El proceso de aprobación, al igual que la fabricación y diseño de las vacunas, contó con los mismos requisitos de siempre, con la sola diferencia de la rapidez. Todo lo que está sucediendo con la pandemia de coronavirus es en tiempo récord, por eso pueden surgir algunos contratiempos, que por ahora son menores.

Conocer el plan que está llevando adelante Gran Bretaña quizás sea una manera de empezar a pensar en lo que sucederá en Argentina y el resto del mundo en las próximas semanas. Los primeros que ya están siendo vacunados allí son médicos, enfermeros, personas mayores de 80 años y trabajadores de asilos de ancianos. Quienes viven en geriátricos serán vacunados en una segunda etapa, no porque no sean prioritarios sino por las dificultades logísticas de distribución de la vacuna de Pfizer, que requiere de temperaturas bajísimas.

A quienes se están vacunando el gobierno les da una tarjeta, que de todos modos no sirve como prueba porque no tiene el nombre de quien la porta. No está claro para qué se utiliza ese documento, aunque lo más probable es para reforzar el recordatorio de que quienes se vacunan tienen que volver al mes por la segunda dosis. ¿Habrá en el futuro cercano tarjetas para vacunados que sirvan para viajar o asistir a eventos masivos? Todavía no se sabe. Seguramente desde el punto de vista legal haya mucho para discutir al respecto.

La vuelta a la normalidad, de todas maneras, todavía aparece lejana. Aún no se sabe si la vacuna solo previene los casos graves de la enfermedad o si también evita el contagio, por lo que quienes estén vacunados deberán seguir usando barbijos o tapabocas. Ya hay estimaciones que hablan de una normalidad posible recién en el otoño de 2021, o sea nuestra primavera, para lo que falta más de un año y medio. Toda previsión con la pandemia, de todas maneras, demostró ser arriesgada.

Más allá de los dos casos puntuales de anafilaxia no ha habido reportes sobre más efectos secundarios. La vacuna es un pinchazo como cualquier otro. Puede provocar algún tipo de inflamación o malestar en el brazo y síntomas similares a los de la gripe durante un día o menos. Si bien no es una sensación agradable eso indica que la vacuna está trabajando, haciendo que el sistema inmune funcione. Con cierta tranquilidad y expectativa Gran Bretaña da los primeros pasos de un proceso en el que pronto todo el mundo estará involucrado.

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