Epilepsia: sacarse el estigma y los mitos

Días atrás se llevó a cabo la Semana Nacional de la Epilepsia, una enfermedad que afecta a unos 400 mil argentinos, que tiene como objetivo concientizar sobre los síntomas y los diagnósticos. En muchos casos, las causas de la enfermedad son desconocidas, en tanto que en otros, la afección puede ser de origen genético o bien el resultado de anomalías congénitas.

«La puesta en marcha de la Semana Latinoamericana de la Epilepsia surge con la intención de brindar más información a los pacientes y sus familias sobre qué tipo de enfermedad es la epilepsia, cuáles son sus características y de esta manera sacarle el estigma y los mitos que surgen a su alrededor. Muchas veces, por vergüenza, la gente tiende a ocultar su enfermedad», señaló la Dra. María del Carmen García, (MN 96.280), coordinadora de la Sección Epilepsia del Servicio de Neurología del Hospital Italiano y secretaria del Grupo de Trabajo de Epilepsia de la Sociedad Neurológica Argentina. La epilepsia puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad o el sexo, y si bien las crisis tienden a aparecer en la infancia y en la adolescencia tardía, la incidencia vuelve a aumentar después de los 65 años. En muchos casos las causas de la enfermedad son desconocidas, son las denominadas epilepsias criptogénicas, en tanto que en otros casos la afección puede ser de origen genético, epilepsias idiopáticas, o bien el resultado de anomalías congénitas, enfermedades vasculares como el infarto vascular, infecciones del cerebro, tumores, enfermedades degenerativas o lesiones.

La epilepsia habitualmente se maneja a través de medicamentos antiepilépticos que actúan sobre la química del cerebro y logran que entre el 60 y el 70 por ciento de los pacientes lleven una vida normal. No obstante, el restante 30 por ciento de los pacientes que no responde a la medicación, denominadas epilepsias refractarias, debe considerar otras opciones ya que además, las posibilidades de éxito de una nueva droga en estos pacientes rondan en el orden del 5 por ciento. «Las epilepsias refractarias son más frecuentes en los chicos menores de 5 años y se calcula que constituyen alrededor del 30%. Entre las opciones terapéuticas que se manejan para estos casos se encuentran la cirugía, la estimulación del nervio vago y el tratamiento dietario, entre estas últimas la denominada dieta cetogénica clásica, utilizada mayormente en chicos, y la dieta de Atkins modificada, indicada para adultos y adolescentes», indicó la Dra. María Vaccarezza (MN 86.747), neuróloga infantil y médica de planta del Hospital Italiano de Buenos Aires.

La dieta cetogénica (DC) está basada en una alimentación elevada en grasas y baja en hidratos de carbono. Incluye alimentos comunes como crema, aceite, manteca, carne, pollo, huevo, quesos, pescado, frutas y verduras. También existe una leche medicamentosa que puede usarse para preparar comidas o en caso de pacientes lactantes. Entre los alimentos que están prohibidos se encuentran los cereales, las papas, galletitas, choclo, batata o pastas. La DC no es para toda la vida ya que de resultar efectiva en el paciente éste la adoptará por un periodo de 2 a 3 años, para luego gradualmente irla convirtiendo en una dieta común.

Según la Dra. García,»el impacto a nivel emocional en los pacientes con epilepsia es enorme ya que si bien es cierto que es una patología crónica como la diabetes o el asma, a las personas les da mucha vergüenza que el otro los vea con alguna convulsión. Por otra parte, a nivel laboral el hecho de que no los contraten por ser epilépticos los lleva a ocultar su enfermedad. Lo cierto es que más del 70 por ciento puede desempeñarse normalmente, salvo en aquellos trabajos que impliquen actuar en alturas o manejar maquinaria pesada».

Fuente: Diario Popular

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