La obesidad, el factor menos pensado de infertilidad

Tanto en el hombre como en la mujer, la obesidad y el sobrepeso producen alteraciones hormonales, que pueden disminuir la capacidad de concepción y complicar el normal desarrollo de un embarazo.

A la hora de buscar un hijo, la obesidad es un factor de riesgo que poco se analiza y sin embargo es capaz de disminuir la fertilidad.

En el caso de las mujeres, quienes presentan sobrepeso suelen tener mayores dificultades para quedar embarazadas y dar a luz, ya sea naturalmente o por medio de técnicas de fertilización asistida. Según un estudio realizado por la Universidad de Oregón (EEUU) sobre 361 clínicas de fertilidad, la tasa de partos en las mujeres con sobrepeso y obesidad es del 23%, versus el 42% en el grupo con peso normal. A su vez, la posibilidad de éxito se redujo aún más según la gravedad de la obesidad: entre las mujeres con 50 kilos o más de sobrepeso, sólo el 15% tuvo un bebé.

En relación a los hombres, la situación no es distinta: otra reciente investigación desarrollada en la Universidad de Aberdeen, Escocia, señaló que la obesidad masculina genera una menor producción de semen.

El doctor Alejandro Grigaites (MN 77750), director de Unidades Bariátricas, destacó que «en la actualidad es muy común que tanto mujeres como hombres consulten con especialistas en tratamientos contra la obesidad ya que resulta una manera muy eficaz para reducir el peso y potenciar la fertilidad de la pareja».

Causas de infertilidad en la obesidad

Si bien el peso puede no llegar a ser un problema en todos los casos, existen trastornos comunes relacionados con la obesidad y la obesidad mórbida (índice de masa corporal mayor a 40) que podrían interferir en la concepción y el normal desarrollo del embarazo.

En el caso de los hombres, la investigación mencionada indica que el exceso de grasa corporal puede reducir tanto la concentración de esperma como la actividad espermática.

«Además, el sedentarismo propio de la obesidad hace que los genitales masculinos estén sometidos a un efecto de temperatura elevada que afecta la fertilidad y las consecuencias varían entre disminución de la cantidad de espermatozoides, alteración de su función y modificación en su forma», indicó el especialista.

«LA OBESIDAD PUEDE PRODUCIR DISTURBIOS HORMONALES CAPACES DE PROVOCAR PERÍODOS MENSTRUALES ANORMALES E INCIDIR EN LA FERTILIDAD»

En cuanto a las mujeres, la obesidad puede producir disturbios hormonales (síndrome de ovario poliquístico, hipotiroidismo, exceso de estrógeno y resistencia a la insulina, entre otros), capaces de provocar períodos menstruales anormales, es decir, anovulatorios, incidiendo en la fertilidad.

Prevención y tratamiento

Al reducir el peso y modificar las conductas nocivas hacia hábitos saludables, los pacientes pueden volver a tener niveles óptimos de fertilidad.

Cuando se trata de obesidad mórbida, esta tarea puede resultar muy difícil de cumplir y requerirá de ayuda profesional. «Hoy en día, una de las alternativas más eficaces para mejorar este cuadro y cada vez más sugerida por los ginecólogos es a través de un tratamiento multidisciplinario que incluya tanto cirugía bariátrica como apoyo nutricional y psicológico», destacó Grigaites, para quien, «de utilizar esta opción, es esencial que se lleve a cabo a través de un equipo experimentado y que cuente con una preparación y seguimiento posoperatorio adecuado».

Dos de los procedimientos más utilizados en cirugía bariátrica son el bypass gástrico y la gastrectomía en manga. El primero es una técnica que restringe el acceso de alimento y modifica la normal absorción ya que por vía laparoscópica crea del estómago una pequeña bolsa gástrica del tamaño de un pocillo de café y además «saltea» una porción del intestino delgado. El segundo también es por vía laparoscópica, pero sólo es restrictivo ya que se secciona al estómago quedando con la forma de un tubo o manga y el fragmento residual (80%) es extraído.

Cualquiera sea la técnica empleada, es importante entender al tratamiento como una parte dentro de un proceso más amplio que implica el compromiso y voluntad de cada persona por mejorar su estilo de vida. En este sentido, la buena alimentación y el ejercicio físico son fundamentales.

El especialista dio un mensaje esperanzador, al hablar de la obesidad como factor de riesgo de infertilidad: «Si bien la obesidad puede implicar un gran obstáculo para quienes proyectan tener un hijo, es posible tener un embarazo saludable cuando se trata la enfermedad con responsabilidad y compromiso».

Fuente: Infobae

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