Por Dr. Daniel Cassola
En lo que va del año ya se confirmaron más de 70 casos de fiebre amarilla en al menos cuatro estados, Bahía, Espirito Santo, Sao Paulo y Minas Gerais, este último, con diferencia, el más afectado. El ministerio de Salud del Brasil anunció un refuerzo de 11,5 millones de vacunas para evitar que el problema se convierta en una epidemia.
Las cifras (40 muertos por fiebre amarilla en menos de un mes) son alarmantes teniendo en cuenta que en todo el año anterior solo hubo siete casos de fiebre amarilla, que causaron cinco muertes. La mayor parte del territorio brasileño se considera en riesgo de fiebre amarilla, sin embargo en años recientes el país apenas experimentó un número significativo de casos. Ahora, sin embargo, Minas Gerais acaba de decretar el estado de emergencia durante 180 días.
En las escasas semanas desde que empezó 2017 ya se han confirmado 69 casos de fiebre amarilla solo en ese estado, que causaron 38 muertes, según el informe más reciente de su Secretaría de Salud, del 25 de enero. Cientos de pacientes sospechosos de tener el virus permanecen bajo el análisis de las autoridades, que han detectado casos en una veintena de municipios. El último caso de Fiebre Amarilla registrado en Minas Gerais era de hace ocho años y desde el 2000 no había un brote de la enfermedad de esta magnitud. En aquella ocasión murieron 85 personas en todo el año.
Es una enfermedad potencialmente letal que es contagiada por la picadura de un mosquito infectado con el virus de la fiebre amarilla. Es complejo diagnosticar esta enfermedad porque los síntomas se confunden fácilmente con los de otras enfermedades o fiebres La mayoría de las personas contagiadas se recupera después de la primera fase de infección, que suele causar fiebre, dolores musculares y de espalda, dolores de cabeza, escalofríos, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero un 15% de los contagiados experimentan una segunda fase de infección mucho más grave, que incluye fiebres altas, ictericia, hemorragias y una progresiva incapacidad renal. La mitad de quienes entran en esa segunda fase “tóxica” normalmente mueren en un período de 10 a 14 días.
No está claro qué es lo que ha causado el drástico aumento de casos de este mes. La vacuna contra la fiebre amarilla forma parte del calendario nacional de vacunación e incluye a la población de Minas Gerais. Pero según algunos expertos citados por la prensa local en años recientes no ha habido mucho estímulo para que la población adulta acuda a vacunarse. Ahora hay equipos que visitan las casas en las zonas rurales de Minas Gerais para ampliar la cobertura de vacunas.
Las vacunas son la mejor herramienta que tenemos contra una serie de enfermedades que pueden ser muy dañinas para nuestra salud. Vacunarnos es un derecho pero también una obligación para con nosotros y quienes nos rodean.









