Un estudio advierte sobre el impacto de la crisis climática en la salud global

El informe alerta que el calentamiento empeora dolencias cardiovasculares y respiratorias y aumenta las muertes relacionadas con el calor, los problemas mentales y la inseguridad alimentaria.

Por Dr. Daniel Cassola

La crisis climática vinculada directamente a la quema de combustibles fósiles es ya un gran problema de salud global. A medida que el calentamiento hace más frecuentes e intensos los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, las inundaciones y las grandes sequías, crecen los daños sobre la salud del ser humano.

Desde 2016, un grupo de investigadores internacionales analiza a través de cuatro decenas de indicadores esos impactos en el estudio The Lancet Countdown, y la conclusión principal de esta séptima edición es rotunda: “Muestra los peores hallazgos hasta el momento”. Esto se debe a que “el cambio climático está socavando cada vez más todos los pilares de la buena salud”, comentó Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, tras la publicación de este estudio.

En esta edición, los investigadores se esfuerzan por resaltar la vinculación del cambio climático a los combustibles fósiles: el petróleo, el gas natural y el carbón. Estos son responsables de alrededor del 80% de los gases de efecto invernadero que expulsa el ser humano y que acaban en la atmósfera sobrecalentando el planeta.

El calentamiento ha alcanzado ya los 1,1 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales y la previsión es que siga aumentando en las próximas décadas debido a los gases ya emitidos. Lo que se intenta es reducirlos de tal manera que el incremento de la temperatura media global se quede dentro de unos límites de seguridad: que no se supere la barrera de los 2 grados y, en la medida de lo posible, los 1,5.

Los daños a la salud por la exposición al calor extremo “están aumentando” y “afectando la salud mental, socavando la capacidad de trabajar y hacer ejercicio”, advierte el estudio, en el que han participado 99 expertos de 51 instituciones. Porque esa exposición “exacerba enfermedades subyacentes como las cardiovasculares y las respiratorias, y provoca golpes de calor, desenlaces negativos del embarazo, patrones de sueño alterados, problemas de salud mental y aumento de las muertes”.

Aunque esta crisis afecta a todos, no golpea con la misma intensidad a todo el mundo. Los grupos de población más vulnerables son los que más sufren. Así ocurre, por ejemplo, con las personas mayores: el informe resalta que las muertes relacionadas con el calor en los mayores de 65 años aumentaron un 68% en el periodo comprendido entre 2017 y 2021 en comparación con el 2000-2004.

Pero el informe no solo habla de lo que está ocurriendo ya, sino que es un aviso de lo que puede venir. Así lo explica la profesora Elizabeth Robinson, directora del Instituto de Investigación Grantham de la London School of Economics y una de las autoras del informe: “El cambio climático ya está teniendo un impacto negativo en la seguridad alimentaria, con implicaciones preocupantes para la malnutrición y la desnutrición. Un mayor aumento de la temperatura, de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos y de las concentraciones de dióxido de carbono, ejercerá aún más presión sobre la disponibilidad y el acceso a alimentos nutritivos, especialmente para los sectores más vulnerables”.

La crisis climática contribuye además a la propagación de enfermedades infecciosas. Por ejemplo, la duración del periodo para la transmisión de la malaria aumentó un 32,1% en las zonas altas de América, y un 14,9% en África entre 2012 y 2021 (respecto al periodo 1951-1960). Junto con la pandemia de covid, “el aumento de las enfermedades infecciosas debido al cambio climático ha provocado errores de diagnóstico, presión sobre los sistemas sanitarios y dificultades para gestionar los brotes simultáneos de enfermedades”, añade el estudio.

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