7 de cada 10 argentinos no se realizan los controles necesarios para detectar el cáncer de próstata a tiempo, según informó la Fundación ACIAPO (Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico). El sábado 11 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata.
Por Dr. Daniel Cassola
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres en Argentina. Se detectan más de 11.600 casos al año, lo que es más que la sumatoria de los casos en hombres de cáncer de riñón (3370), páncreas (2357), estómago (2549) y testículo (2047). Además, no es lo benigno e inofensivo que cree el imaginario popular; lamentablemente, es el tercer tipo de cáncer que más mortalidad ocasiona en hombres en nuestro país (más de 3700 por año, lo que equivale a más de 10 muertes por día) y el cuarto, considerando ambos sexos.
Por todo esto, la Fundación ACIAPO remarca que la mejor estrategia es tener un urólogo de cabecera y realizarse controles frecuentes. Para promover la detección, en el marco de este Día Mundial del Cáncer de Próstata, enumeraron las siguientes 5 razones para sospechar un cáncer de próstata:
1. Alteraciones al orinar: No hay que esperar a tener síntomas urológicos para realizar una consulta médica. La mejor medicina es la que se anticipa y llega antes de que la enfermedad avance. Las ganas frecuentes de orinar (sobre todo por la noche), la dificultad para hacerlo, el flujo débil, entre otros, son síntomas urológicos que llegan con los años y los hombres asumen, erróneamente, como inevitables.
2. Otras manifestaciones urológicas: La presencia de sangre en el semen y/o el dolor al eyacular ya son un signo y un síntoma que tienen que orientar al médico en que algo está sucediendo en el sistema urinario, por lo que seguramente indicará estudios para explicar su causa.
3. Dolores: Dolor persistente en la espalda, cadera o la pelvis, seguramente no sean síntomas que lo hagan pensar a uno en enfermedades prostáticas, pero, si se mantienen en el tiempo, es pertinente ver a un médico para identificar el origen de esos dolores y descartar cualquier problema mayor, porque lo cierto es que podrían ser signos de una enfermedad prostática.
4. Antecedentes familiares: Tener o haber tenido un familiar de primer grado con cáncer de próstata (padre o hermano) duplica el riesgo de desarrollar la enfermedad. “No es algo que deba generar alarma, pero sí la conciencia suficiente para no postergar una consulta médica. De hecho, la indicación habitual de ir al urólogo desde los 50 años se anticipa a los 45 o 40 ante la existencia de antecedentes”, insistieron desde ACIAPO.
5. Edad: Tener más de 50 años incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. El paso del tiempo es un factor de riesgo, tal vez el más contundente. Por eso, teniendo un urólogo de cabecera, uno puede conversar en cada consulta sobre qué estudio es el más conveniente realizar en cada oportunidad, ateniendo las particularidades de cada caso.
A grandes rasgos, las diferentes opciones de tratamiento son la vigilancia activa (seguimiento de la evolución sin indicar un tratamiento específico), la cirugía, radioterapia, crioterapia, terapia hormonal, quimioterapia e inmunoterapia. Tras el diagnóstico, el médico determinará los mejores pasos a seguir a partir del estadio de la enfermedad, su evolución, la edad y estado general del paciente.
“En cualquiera de los casos, si alguien tiene cáncer, es preferible saberlo lo antes posible. Es una noticia que nadie quiere escuchar, pero siempre es mejor hacerlo más temprano que tarde, porque la Medicina tendrá más herramientas para su manejo”, concluyeron desde ACIAPO.