En los últimos cinco años, el Colegio Médico de Chile (Colmed) ha observado un crecimiento significativo en un fenómeno al que han denominado los «doctores gaviota».
Por Dr. Daniel Cassola
Originalmente se llamaba trabajadores gaviota a los peones que iban al campo en momentos como, por ejemplo, la cosecha. Hoy en día, esta expresión se sigue utilizando pero, al parecer, ha ampliado su alcance.
Este término hace referencia a profesionales de la salud argentinos que, al igual que las aves migratorias, realizan viajes cortos a Chile para cubrir emergencias, consultas y otros procedimientos médicos a cambio de una mejor remuneración.
La situación económica en Argentina ha sido un factor determinante en este fenómeno. Con una inflación interanual del 276 %, la más alta del mundo según el Indec argentino, y un aumento significativo de la pobreza, que ha alcanzado casi el 60 %, muchos profesionales de la salud se han visto obligados a buscar oportunidades laborales en el extranjero para sostenerse económicamente.
Roberto Macho, titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Mendoza, Argentina, ha observado este fenómeno creciente. Comenta que incluso antes de la pandemia, muchos profesionales, principalmente licenciados en enfermería, emigraron hacia Chile en busca de mejores condiciones laborales. Posteriormente, médicos y especialistas comenzaron a realizar una o dos guardias al mes en sanatorios privados chilenos, aprovechando la demanda de servicios médicos en el país vecino.
Sin embargo, esta migración temporal de profesionales de la salud no está exenta de preocupaciones. Anamaría Arriagada, presidenta del Colmed chileno, señala que el ejercicio médico requiere un conocimiento profundo del contexto del paciente, así como de las leyes y medidas de salud pública del país donde se practica. La falta de continuidad en la atención médica puede comprometer la calidad del tratamiento y la seguridad del paciente. Además, los médicos itinerantes están expuestos a condiciones laborales más precarias, lo que puede afectar su desempeño y bienestar.
La situación ha sido objeto de preocupación en el ámbito político también. El parlamentario Daniel Lilayú, médico y miembro de la UDI, un partido de la derecha tradicional en Chile, ha denunciado esta práctica ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, solicitando una fiscalización al respecto.
A pesar de la creciente presencia de «médicos gaviota», no existen cifras oficiales sobre este fenómeno, lo que dificulta su seguimiento y regulación. La falta de registros formales también dificulta la acción de las autoridades sanitarias para garantizar la calidad y seguridad de la atención médica en el país trasandino. Mientras tanto, cada vez más médicos argentinos buscan formas de incrementar sus magros ingresos.
