Glaucoma: una enfermedad silenciosa que afecta a 80 millones de personas en el mundo

El segundo jueves de octubre, se conmemora internacionalmente el Día Mundial de la Visión. Es la principal causa de ceguera irreversible a nivel mundial, y las posibilidades de padecerlo aumentan con la edad.

Por Dr. Daniel Cassola

Hay 80 millones de personas en el mundo que tienen glaucoma y se estima que para el 2040 serán 110 millones los afectados por esta enfermedad. En Argentina, el 2% de la población general padece glaucoma. Cualquier persona puede sufrir glaucoma. Incluso existe el congénito, que aparece en bebés y que ocurre en 1 de cada 30.000 nacidos. Ahora bien, es más frecuente a partir de los 40 años, y su incidencia aumenta progresivamente con la edad.

El glaucoma consiste en una alteración del nervio óptico ocasionada principalmente por el aumento de la presión intraocular, que genera una disminución paulatina e irreversible en la función visual. Existen muchos tipos de glaucoma. Los hay primarios y secundarios, congénitos y del adulto, de ángulo abierto, estrecho o cerrado. “En el examen que realiza el médico se detecta el tipo y su estadio evolutivo, es decir, si es incipiente, leve, moderado, severo, terminal o absoluto” explica Javier Casiraghi, jefe de la sección Glaucoma del Hospital de Clínicas.

El gran riesgo del glaucoma está asociado a su falta de síntomas. “Si bien en algunos casos puede ocasionar dolor de cabeza, es importante señalar que esta condición no da síntomas hasta que el daño es muy avanzado. Decimos siempre que se trata de una enfermedad silenciosa, por eso es fundamental la consulta periódica con el médico oftalmólogo”, indica Casiraghi. “Se calcula que el 50% de los pacientes con esta patología no lo saben”, agrega Marcos Geria, presidente de la Asociación Argentina de Glaucoma (ASAG).

Las personas con glaucoma afrontan diariamente una serie de dificultades. Presentan más posibilidad de caídas, de accidentes automovilísticos y mayor riesgo de depresión. El impacto que posee esta patología en la calidad de vida de los pacientes crece a medida que aumenta su progresión. Por eso, los especialistas refuerzan la importancia que tiene el diagnóstico precoz de la enfermedad.

Quienes no consultan oportunamente, van perdiendo de manera gradual la visión. “Esa visión que se pierde es irrecuperable, por tal motivo el diagnóstico y tratamiento deben ser realizados tempranamente. La mayoría de los casos avanzados se da en personas que no accedieron al diagnóstico a tiempo”, alerta Casiraghi. “También es muy importante que los familiares se controlen, ya que la incidencia es mayor en aquellos que tienen un familiar con glaucoma”, señala el presidente de ASAG.

En la consulta con el profesional, ambos especialistas no alcanza con tomar la presión de los ojos. También se debe evaluar el ángulo del ojo (para saber el tipo de glaucoma), realizar un campo visual y la evaluación del nervio óptico para establecer el estadio evolutivo.

“El examen debe hacerse aunque no haya síntomas ni signos de patología alguna. Eso es prevenir. Realizar los controles adecuados a tiempo para que no aparezcan enfermedades o para detectarlas en estadios iniciales o precoces”, señala Casiraghi.

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