Algunas regiones del planeta podrían volverse insoportables para la vida humana en un futuro no muy lejano, advirtió el lunes un panel de los científicos más destacados del mundo. Aumentó el número de víctimas fatales por el cambio climático.
Por Dr. Daniel Cassola
Las emisiones de gases de efecto invernadero sin control elevarán el nivel del mar varios pies, tragando pequeñas naciones insulares y abrumando incluso a las regiones costeras más ricas del mundo. Por ejemplo, se calcula que la región en la que se encuentra Miami, en La Florida, Estados Unidos, estará sumergida para fines de siglo. Falta mucho pero no falta tanto.
A su vez, la sequía, el calor, el hambre y los desastres pueden obligar a millones de personas a abandonar sus hogares. Los arrecifes de coral podrían desaparecer, junto con un número creciente de especies animales. Los insectos portadores de enfermedades proliferarían. Las muertes, por desnutrición, calor extremo, contaminación, aumentarán. Todo esto no es un guión de una película catastrófica de Hollywood sino información que se desprende del último informe elaborado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), un organismo de las Naciones Unidas dedicado a proporcionar a los formuladores de políticas evaluaciones periódicas del calentamiento global.
Basándose en miles de estudios académicos de todo el mundo, el amplio análisis encuentra que el cambio climático ya está causando “perturbaciones peligrosas y generalizadas” en el mundo natural, así como en miles de millones de personas en todo el planeta. El fracaso para frenar la contaminación de los combustibles fósiles y otras actividades humanas, dice, condenará al mundo a un futuro que es universalmente peligroso y profundamente desigual.
Los países de bajos ingresos, que generan solo una pequeña fracción de las emisiones globales, experimentarán la gran mayoría de las muertes y el desplazamiento de los peores escenarios de calentamiento, advierte el IPCC. Sin embargo, estas naciones tienen la menor capacidad de adaptación, una disparidad que se extiende incluso a la investigación básica necesaria para comprender los riesgos que se avecinan.
“He visto muchos informes científicos en mi tiempo, pero ninguno como este”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en un comunicado. Al señalar la letanía de impactos devastadores que ya se están desarrollando, describió el documento como “un atlas del sufrimiento humano y una acusación condenatoria del liderazgo climático fallido”.
“Esta abdicación del liderazgo es criminal”, agregó Guterres. “Los mayores contaminadores del mundo son culpables del incendio provocado de nuestro único hogar”. Sin embargo, si hay un rayo de esperanza en el informe de más de 3500 páginas, es que el mundo todavía tiene la oportunidad de elegir un camino menos catastrófico. Si bien algunos impactos climáticos están destinados a empeorar, la magnitud del calentamiento global aún no está tallada en piedra.
El informe deja en claro, sin embargo, que evitar los peores escenarios requerirá nada menos que un cambio transformador a escala global. ¿Está el mundo preparado para hacerlo en tiempos de guerra y pandemia? Las advertencias son públicas y, por este camino, el futuro es desolador.