La fibrilación auricular (FA) es un factor de riesgo muy frecuente en mayores de 60

Se trata de una arritmia en los latidos del corazón que pone en peligro al cerebro. Es uno de los principales factores de riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), pero está subdiagnosticada y subtratada. Por lo tanto, es un problema grave de salud.

Por Dr. Daniel Cassola

La Federación Argentina de Cardiología (FAC) abrió el primer registro nacional de personas con fibrilación auricular, una de las enfermedades cardíacas más prevalentes. El objetivo que se plantean desde la FAC con la iniciativa Argentina Sin Fibrilación Auricular (ASFA) es generar datos locales que permitan conocer cuántas personas afectadas hay en el país.

Se estima que hay unas 300 mil diagnosticadas, pero ese cálculo surge de la extrapolación de registros y estudios realizados en el exterior. También buscan conocer si las personas con diagnóstico reciben la terapia adecuada y concientizar para que aquellas que viven con la enfermedad y no lo saben, sean detectadas y tratadas.

En principio, es un estudio argentino que se realizará durante un año y después se extenderá a Latinoamérica. Es el primero que dará datos propios. La fibrilación auricular es por lejos la arritmia más frecuente que hay en Argentina y el mundo. El problema con esta arritmia es que muchas veces no da síntomas y está subdiagnosticada.

Es decir, las personas la padecen y no lo saben. Si bien puede presentarse en cualquier momento de la vida, es más frecuente después de los 60 años: afecta a entre el 2% y 3% de los mayores de esa edad. Y a los 80, casi una de cada 10 tiene fibrilación auricular. Entonces, la fibrilación auricular es denominada como una pandemia cardiovascular.

La complicación más temida de la fibrilación auricular es el ataque cerebrovascular. Las personas con esta afección tienen cinco veces más chances de sufrir un ACV. Para reducir las chances de llegar a esa instancia, se aconseja a la población general incorporar hábitos que favorecen la prevención (controlar la presión, no fumar, alimentarse bien, hacer ejercicio, manejar el estrés, entre otros). Pero las personas con fibrilación auricular tienen un riesgo aumentado de ACV y requieren un monitoreo y abordaje específico para reducirlo.

Si la persona es añosa, tiene insuficiencia cardíaca, diabetes, hipertensión, es mujer o ha tenido ya algún evento vascular o isquémico tiene más chances de sufrir un ACV.

La FA puede anunciarse con palpitaciones, falta de aire, mareos, entre otros signos, pero hay personas que no manifiestan síntomas y aun así viven con alteraciones de su ritmo cardíaco.  Si se padece fibrilación auricular, el pulso es irregular y, por lo general, acelerado. La frecuencia cardíaca en la fibrilación auricular oscila entre 100 y 175 latidos por minuto. Y, si bien varía con la edad, de 60 a 90 pulsaciones por minuto se considera una frecuencia normal.

Las causas de la fibrilación auricular son la edad avanzada e hipertensión, pero no las únicos. Predisposición genética, apnea del sueño, hipertiroidismo, tabaquismo, EPOC, consumo en exceso de alcohol y hasta algunos medicamentos pueden actuar como gatillos.

Ahora bien la FA se puede prevenir con detección temprana y tratamiento adecuado de la hipertensión arterial. Además es importante disminuir el consumo de alcohol, no fumar y no consumir drogas. También se aconseja realizar actividad física, llevar una alimentación saludable y evitar el exceso de peso.

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