Por Dr. Daniel Cassola
Hoy más del 36 por ciento de los adultos argentinos son hipertensos, lo que significa un aumento del 8,5 por ciento en esta enfermedad en el período comprendido entre 2008 y 2016. El dato se desprende de una presentación que ayer se hizo durante el Congreso Argentino de Cardiología.
“Los resultados del estudio son preocupantes. Porque tener la presión arterial sin control por mucho tiempo implica un mayor riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular, enfermedad de los riñones, infartos e insuficiencia cardíaca, que son trastornos que pueden conducir a la muerte”, explicó Claudio Majul, que forma parte del comité organizador del congreso, y es integrante de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
Miguel González, presidente del comité científico del congreso y jefe de unidad coronaria del Sanatorio Finochietto, explicó que la hipertensión “se mide como la fuerza ejercida por el flujo de la sangre sobre las paredes de las arterias. Si da mayor o igual a 14/9 a lo largo de 3 mediciones correctas –con el paciente en reposo y tranquilo– se diagnostica la hipertensión arterial. Es una condición crónica pero que cuenta con tratamientos que permiten mantenerla bajo control”.
Para hacer el estudio Renata 2, se puso una mesa en 25 filiales del Registro Nacional de las Personas. A cada participante, se le hizo una encuesta con consentimiento informado y se le preguntó por el nivel de consumo de sal. Le tomaron la presión arterial durante 3 veces, mientras la persona estaba sentada. Y le midieron el cuello y el perímetro abdominal. A los que ya sabían que sufrían hipertensión, le hicieron una encuesta sobre la adherencia al tratamiento. Todas esas mediciones y respuestas se compilaron y analizaron y arrojaron los resultados preocupantes.
Hay que bajar el consumo de sal, comer más frutas y verduras, legumbres y pescado, y dejar de fumar tabaco. Sin embargo, muchos de los que ya sabían que eran hipertensos no hacen caso a los consejos. Sólo el 50,4 por ciento de los hipertensos toman y siguen diariamente la medicación contra la hipertensión. Por este camino, la hipertensión continuará transitando por una curva ascendente.