La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el sábado pasado a la viruela del mono como una emergencia de salud global luego de un aumento de los casos en todo el mundo. La enfermedad registra más 16 mil casos en 75 países y 5 muertos.
Por Dr. Daniel Cassola
Una emergencia de salud pública de interés internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés) es la máxima alerta que la OMS puede emitir. Según explica la organización en su página web, la emergencia se declara cuando se presenta “un evento extraordinario que se determina que constituye un riesgo para la salud pública de otros estados a través de la propagación internacional de enfermedades y que potencialmente requiere una respuesta internacional coordinada”.
Esto implica que el evento cumpla con tres características. Primero que se considere grave, repentino, inusual o inesperado; segundo, que tenga implicaciones para la salud pública más allá de la frontera nacional del Estado afectado; y, por último, que pueda requerir una acción internacional inmediata. En el caso de la viruela del mono, esa alerta era un asunto pendiente que le valió a la OMS algunas críticas.
Días atrás, por ejemplo, Kavita Patel, experta en política pública de la salud y ex asesora de la Casa Blanca durante la presidencia de Barack Obama, dijo: “La falta de una declaración de emergencia nos deja sin una coordinación global, sin que se establezcan el dinero y los recursos necesarios”.
Para determinar si una situación debe ser catalogada como emergencia de salud global, la OMS cuenta con el Comité de Emergencia. Está compuesto por expertos internacionales que brindan asesoramiento técnico en temas como control de enfermedades, virología, desarrollo de vacunas o epidemiología de enfermedades infecciosas.
La función del comité es proveer información sobre si el evento constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC). También deben generar recomendaciones temporales para prevenir o reducir la propagación internacional de enfermedades y evitar interferencias innecesarias con el comercio y los viajes internacionales.
Con esa información, la dirección general de la OMS toma la decisión final y establece recomendaciones temporales para abordar la situación. Dichas recomendaciones caducan automáticamente tres meses después de su emisión. Por esa razón, el comité se reúne al menos cada tres meses para revisar el estado de situación.
Toda la información debe quedar disponible en el sitio web de la OMS. Pero el proceso puede ser largo y la emergencia de la viruela del mono, por ejemplo, requirió varias reuniones y revisiones. El comité tuvo una reunión el jueves en la que no se llegó a un consenso. Se reunió nuevamente el último sábado y finalmente hizo la declaración pública.
“La evaluación de la OMS es que el riesgo de viruela del mono es moderado a nivel mundial y en todas las regiones, excepto en la europea, donde evaluamos el riesgo como alto”, apuntó el organismo. Con la declaración de emergencia se hace un llamado oficial a los estados para que no solo presten atención a la situación, sino que actúen y cooperen en la detección, tratamiento y control de la enfermedad. Además, se proporcionan pautas para una ruta internacional de atención a la situación por medio de las recomendaciones puntuales a los estados afectados.