Más de dos millones de argentinos sufren diabetes

Por Dr. Daniel Cassola

La diabetes es una epidemia global, signada por un cambio en el tipo de trabajo que realizan las personas, cada vez más sedentario, complementado por un sostenido desplazamiento de la dieta hacia alimentos cada vez más calóricos y de escaso contenido de nutrientes. Entre sus factores más frecuentes están el sobrepeso y la obesidad.

A simple vista las dos variantes de la enfermedad (diabetes tipo uno y diabetes tipo dos) no son tan distintas entre sí, ya que comparten la incapacidad de las células de absorber la glucosa, por lo que se mantiene en el torrente sanguíneo. Este fenómeno, conocido como hiperglucemia conduce a posibles daños en los órganos vitales, un notorio incremento en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.

La característica fundamental de la diabetes tipo 2 es que es de carácter ambiental (influye la forma en que vivimos, lo que consumimos), mientras que la tipo 1 es hereditaria. Otra diferencia fundamental, es que en la última el páncreas es incapaz de producir insulina, mientras que en la tipo 2 el problema es la imposibilidad de la célula de recibir la glucosa para transformarla en energía.

De acuerdo con los datos provistos por el Banco Mundial, alrededor del 5,5% de la población sufre de diabetes, según datos recolectados en el año 2017. Esto representa más de 2 millones de personas, pero los especialistas advierten que el número podría ser todavía mayor, ante la posibilidad de un enorme número de pacientes que desconocen que la portan.

La tendencia a los cambios en la alimentación también es un presente en el país, orientándose hacia el consumo de alimentos más nutritivos basados en verduras y otros productos saludables. Pero todavía falta un cambio de conducta generalizado, ya que la diabetes resulta un importante problema de salud pública y presupuestario para la mayoría de los países del mundo.

La OMS y otras organizaciones similares lanzaron un conjunto de recomendaciones para evitar la diabetes tipo 2, compiladas a continuación:

  • Realizarse controles periódicos: es conveniente realizarse un análisis general cada 6 meses y cotejar los resultados interanuales con un médico general. De esta forma, podremos conocer nuestros niveles de azúcar en sangre y evaluar si hay que modificar la dieta.
  • No fumar: es uno de los factores de riesgo más notorios de esta enfermedad, de acuerdo a diversas investigaciones científicas.
  • Ejercicio: es una de las claves para ayudar al organismo a quemar los remanentes de glucosa en sangre.
  • Evitar las gaseosas: estos productos contienen un gran porcentaje de azúcar blanca refinada agregada artificialmente. Esto ayuda a elevar los niveles de glucosa en sangre, contribuyendo a la aparición de la enfermedad.
  • Mejores decisiones alimenticias: manejar la cantidad de minerales y nutrientes en el organismo es un delicado balance entre satisfacer el hambre y conseguir todo lo que se pueda de una comida.
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