Por Redacción Curar con Opinión
Debido a su carácter silencioso, menos del 10 % de los infectados con la enfermedad de Chagas cada año reciben un diagnóstico oportuno y, por lo tanto, un tratamiento eficaz en México, Centroamérica y Sudamérica, donde la enfermedad afecta a entre 6 y 8 millones de personas, la mayoría de las cuales vive en zonas con altos niveles de pobreza y transmisión.
En el Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, 14 de abril, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hizo un llamado a los países para que intensifiquen los esfuerzos para diagnosticar todos los casos sospechosos. Se estima que el 70% de los afectados no saben que han sido infectados. El tema para 2022 se enfoca en encontrar y reportar cada caso para vencer la enfermedad de Chagas.
La enfermedad de Chagas es una enfermedad parasitaria potencialmente mortal causada por el microorganismo Trypanosoma cruzi. Se transmite a los humanos a través de insectos, conocidos como vinchucas, chinches o chirimachas, por transfusión de sangre o trasplante de órganos, por consumo de alimentos contaminados y durante el embarazo y el parto.
“Los esfuerzos realizados por los países de la región para prevenir y controlar la transmisión vectorial que comenzaron en la década de 1990 muestran que es posible acabar con la enfermedad de Chagas”, dijo el Dr. Marcos Espinal, Director de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud de la OPS. “Este Día Mundial es una oportunidad para concienciar sobre la enfermedad de Chagas y redoblar las acciones para prevenirla, detectarla, tratarla y romper la cadena de transmisión”, dijo.
De los 21 países de la región donde la enfermedad de Chagas es endémica, 17 han logrado interrumpir la transmisión vectorial en los hogares a nivel nacional o subnacional. Las muertes anuales también se han reducido de un estimado de 45.000 en 1990 a 10.000 en la actualidad, y la población expuesta a estos insectos se ha reducido de alrededor de 100 millones a 70 millones en los últimos 30 años.
Alrededor de 8.000 bebés nacen con Chagas cada año en la región, lo que hace que la transmisión maternoinfantil sea la principal vía de infección y propagación en países que han controlado la transmisión vectorial, mejorado los estándares de vivienda e implementado la detección universal en bancos de sangre.
“Si queremos vencer la enfermedad de Chagas, debemos mantener los esfuerzos para eliminar la transmisión vectorial en los países que aún no lo han logrado, promover la detección universal de Chagas para todas las mujeres en edad reproductiva y ofrecer tratamiento gratuito a todas las que den positivo”, dijo el Dr. Luis Gerardo Castellanos, jefe de la unidad de Enfermedades Infecciosas Desatendidas de la OPS. Además, “las mujeres embarazadas con Chagas deben ser monitoreadas desde el inicio de su embarazo y tratadas después del parto. Sus recién nacidos deben ser examinados y tratados si dan positivo”, dijo.
La enfermedad de Chagas se ha expandido de las zonas rurales a las urbanas y ha traspasado las fronteras de América Latina debido a que los humanos viajan a países y continentes que desconocen la enfermedad, y donde la transmisión se da por transfusión de sangre o transmisión congénita, afectando a miles de personas.
Se estima que hasta un 30% de los pacientes con enfermedades crónicas pueden desarrollar complicaciones a largo plazo, las cuales pueden tener consecuencias irreversibles y crónicas para el sistema digestivo y el corazón. Sin embargo, si se detecta a tiempo, la enfermedad puede curarse o mejorar su curso clínico. En la fase crónica, el tratamiento puede enlentecer o retrasar su progresión.
La OPS está trabajando para fortalecer la capacidad de los profesionales de la salud para diagnosticar y tratar la enfermedad de manera oportuna y adecuada en todas las poblaciones sospechosas, particularmente en mujeres y recién nacidos, para eliminar la transmisión maternoinfantil de la enfermedad de Chagas y otras tres enfermedades. Estos esfuerzos son parte de una iniciativa de la OPS que busca eliminar la enfermedad de Chagas y otras enfermedades infecciosas para el 2030.