Para que los niños no sean los últimos

FUENTE: Página 12

Una jueza porteña intimó al Gobierno de la Ciudad para que informe, en un plazo menor a cinco días, el estado del Hogar Curapaligüe tras la denuncia realizada por la Asesoría Tutelar porteña por la presencia de personal precarizado y falta de infraestructura en la institución. Hace dos meses, aquella dependencia judicial constató en el lugar el desprendimiento de techos, conexiones eléctricas irregulares y ausencia de medidas de seguridad. El hogar, situado en Parque Chacabuco, aloja a niños, niñas y adolescentes privados de su medio familiar.
Cuando el 24 de agosto Mabel López Oliva, titular de la Asesoría Tutelar N°1, se acercó al Hogar Curapaligüe, se encontró con un establecimiento deteriorado: falta de gas, paredes y techos despedazados, malas condiciones de higiene y escasez en las medidas de emergencia. Treinta y dos días después, una delegación del Ministerio Público Tutelar regresó al mismo hogar de niños y la situación edilicia no había cambiado. Por ello, la abogada López Oliva presentó una medida cautelar donde se demandó al Gobierno porteño a realizar la totalidad de las obras y medidas de refacción y mantenimiento de la infraestructura, además de proveer de personal capacitado con “el objetivo que los niños, niñas y adolescentes que se hallan alojados en dicho hogar cuenten con condiciones dignas, seguras y adecuadas de habitabilidad”.
Ante esta denuncia, la jueza Cecilia Molica Lourido, titular del Juzgado Nº 20 de la Ciudad de Buenos Aires, dictaminó que en menos de cinco días, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño establezca una serie de acciones para garantizar “a los menores que viven actual o potencialmente en dicha institución el derecho al cuidado y protección integral, en especial a un ambiente adecuado y seguro”, expresó Molica Lourido en la resolución judicial.
El Gobierno de la Ciudad trató de desestimar y deslegitimar la denuncia de la Asesoría Tutelar, ya que, según los argumentos expuestos por los representantes del Gobierno, la Asesoría no contaba con las facultades suficientes para representar a los damnificados del Hogar Curapaligüe. Aquel reclamo fue denegado por la jueza Molica Lourido.
En el expediente, redactado el 11 de noviembre, se solicita al Gobierno de la Ciudad que acredite que “en el Hogar –situado en Curapaligüe 581– existen extintores de incendio reglamentarios, cintas autoadhesivas antideslizantes en los escalones de la escalera, un sistema alternativo y seguro de provisión de agua caliente, sanitarios en perfecto estado de conservación y mobiliario suficiente en perfecto estado de conservación”.
Por otra parte, la sentencia dispuesta por la jueza Molica Lourido también ordena al Gobierno porteño a elaborar, en un plazo menor a los diez días, un plan de obras detallado que permita asegurar el correcto funcionamiento del hogar. Por último, al tratarse de una temática que atraviesa a distintos sectores de la comunidad, el fallo judicial dictaminó que se disponga de una serie de medidas de difusión para que se tome conocimiento de la situación que padece el hogar.
Dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, el Hogar Curapaligüe alberga, en forma transitoria, a niños menores de doce años privados de cuidados familiares.

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