El gobierno está llevando adelante una auditoría como parte de un plan de revisión y reestructuración del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI).

Por Dr. Daniel Cassola

Desde diciembre pasado, la dirección ejecutiva de PAMI ha anunciado periódicamente recortes significativos en “gastos políticos”, alcanzando una reducción supuesta de 90 mil millones de pesos. Estos recortes han implicado la eliminación del 75% de las secretarías, el 33% de las gerencias y subgerencias, así como el 100% de las coordinaciones locales, según han comunicado autoridades. Estas medidas drásticas “buscan poner fin a un ciclo de déficits que ha afectado la estabilidad financiera” del organismo.

Este plan, que afecta múltiples dependencias del estado, se ha denominado coloquialmente como el «plan motosierra». Estas medidas controvertidas han sido la respuesta del gobierno para hacer frente a los desafíos financieros y operativos que enfrenta la entidad.

Además, la conducción actual del PAMI ha comenzado a divulgar información sobre el ejercicio pasado. En marzo y mayo de 2023, PAMI registró déficits de 6 mil millones de pesos cada uno. Pero la situación se tornó aún más crítica a partir de septiembre, con un déficit que se multiplicó por ocho, alcanzando los 51 mil millones de pesos. Este incremento se asoció con la escalada de gastos durante la campaña presidencial de Sergio Massa, lo que generó una presión adicional sobre las finanzas de la institución.

Además de los desafíos financieros, PAMI se ha enfrentado a otros problemas graves, como la venta de recetas médicas falsificadas y un hackeo del sistema informático que comprometió la seguridad de más de 5 millones de afiliados. Estos incidentes no solo representan una amenaza para la integridad del sistema de salud, sino que también ponen en riesgo la seguridad y confidencialidad de los datos personales de los beneficiarios.

En respuesta a esta situación crítica, las autoridades de PAMI han optado por una simplificación de la estructura organizativa y una revisión exhaustiva de las obras de infraestructura de salud. Estas medidas, que han permitido un ahorro de 90 mil millones de pesos, tienen como objetivo mantener la calidad de las prestaciones a pesar de las limitaciones financieras. Sin embargo, queda claro que se necesitan acciones adicionales para abordar los desafíos pendientes de manera efectiva.

El director ejecutivo de PAMI, Esteban Leguízamo, ha asegurado a los afiliados, en un comunicado difundido hoy, que se está trabajando incansablemente para revertir la situación y garantizar la atención de calidad que merecen. Afirmó que esta gestión está comprometida con la eficiencia y la transparencia, priorizando el cuidado de los recursos y el bienestar de los afiliados.