Cáncer de cabeza y cuello: la mayoría de los casos se relaciona con el tabaquismo y el consumo de alcohol

Los especialistas subrayan la necesidad de evitar el tabaquismo y la ingesta problemática de alcohol para prevenir el cáncer de cabeza y cuello, y también la importancia de hacer un seguimiento en aquellos pacientes recuperados que no dejan estos hábitos ya que se incrementa el riesgo de desarrollar un segundo cáncer.

Por Dr. Daniel Cassola

De acuerdo con los últimos reportes oficiales de 2020, 891 personas, mayoritariamente de 50 años y más, fallecieron ese año a causa del cáncer de cabeza y cuello, lo que representa un promedio de más de 2 decesos diarios. Como principales factores de riesgo, se encuentran el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. De hecho, se estima que cerca del 75% de este tipo de tumores aparece como consecuencia de la combinación de ambos.

Igualmente, los especialistas advierten que el origen puede deberse también a la infección por el virus del papiloma humano (HPV) y a una deficiente salud bucal, por prótesis mal ajustadas o piezas dentales rotas que lastiman las mucosas, entre otras causas. Por este motivo, en este Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, que se conmemora el 27 de julio, los especialistas instan a atender y prevenir estas situaciones y a realizar un seguimiento de los consumos excesivos, incluso en los casos en que se haya producido la cura del tumor.

También recomiendan que todas aquellas personas que noten cambios de tamaño, coloración y sensibilidad en la boca, los labios, la nariz o garganta acudan de inmediato a una consulta médica. Se denominan cáncer de cabeza y cuello a todos aquellos tumores que se localizan en esa zona del cuerpo, exceptuando los cerebrales. La gran mayoría nace de la mucosa que recubre estas estructuras: los senos paranasales, la faringe en toda su extensión, la laringe, glándula tiroides, glándula paratiroides, la cavidad oral y todo lo que contiene.

También hay otros tumores que se originan en los nervios o músculos, pero son mucho menos frecuentes y se clasifican de otra manera. Se estima que, del total de diagnósticos de cáncer de cabeza y cuello, 4 de cada 10 corresponden a la boca, 1 de cada 3 se sitúa en la laringe y el 23% restante en la faringe.

En este sentido, Iris Rodríguez, médica otorrinolaringóloga, miembro y fundadora de la Sociedad Argentina de la Voz (SAV), sostiene que “el cáncer de cabeza y cuello puede comprometer la laringe, garganta, labios, boca, nariz, glándulas salivales, tiroides y paratiroides, y presentarse con disfonía, dificultad para tragar, llagas en la boca o sangrado de la nariz y también bultos localizados en esa región”.

“Si bien los otorrinolaringólogos y odontólogos son quienes detectan mayoritariamente los casos, cualquier médico clínico o dermatólogo puede advertir los síntomas. Se sabe que el porcentaje de detección temprana es variable de acuerdo con la región anatómica involucrada y los hábitos de salud y prevención de los pacientes; lo que es seguro es que a mayor precocidad diagnóstica mejoran las posibilidades terapéuticas”, agregó la especialista, quien también es miembro del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Italiano de Buenos Aires.

 Los especialistas coinciden en la necesidad de trabajar sobre el tabaquismo y el consumo de alcohol. La dependencia sobre estos consumos quedó en evidencia durante la pandemia por Covid-19, cuando de acuerdo con datos del 2020 del CONICET, se triplicó la cantidad de personas que tomaban alcohol todos los días. Por otra parte, según otro estudio de mayo de ese mismo año, a nivel nacional, 1 de cada 5 argentinos (20%) reconoció haber fumado con mayor frecuencia durante la última semana, situación más común entre los ciudadanos de 30 a 49 años de edad (26%).

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