Consejos para no sufrir enfermedades respiratorias por el uso del aire acondicionado

En este verano se esperan temperaturas más altas de lo normal. El uso del aire acondicionado puede traer consecuencias para la salud en caso de no utilizarse de forma adecuada.

Por Dr. Daniel Cassola

Para este verano las temperaturas pueden estar por encima de lo normal, es decir, más cálido que el promedio en el centro de la Argentina y, en particular, Buenos Aires y La Pampa, según informó el Servicio Metereológico Nacional. También hay una mayor probabilidad de que se registren temperaturas normales o superiores a lo normal en el sur del Litoral, Córdoba, Cuyo y el oeste de la Patagonia.

Entonces, es muy probable que los aires acondicionados durante esta temporada sean de uso intensivo. Estos aparatos enfrían el aire, le quitan humedad y tienden a acumular polvo u otro tipo de sustancias orgánicas en los filtros. “Todo ello favorece la irritación, inflamación o infección de las vías respiratorias. Los problemas más graves se relacionan con los gérmenes acumulados en los filtros sucios del aire acondicionado cuando no hay un mantenimiento adecuado”, explica Ana Putruele, jefa de la División Neumonología del Hospital de Clínicas.

Entre estos gérmenes, el más conocido es la bacteria Legionellapneumophila, responsable de una neumonía que puede ser grave. Otros de los principales contaminantes del aire son los hongos Aspergillus niger y Aspergillus fumigatus, que provocan rinitis, asma, neumonía o neumonitis por hipersensibilidad. Además, hay otras afecciones frecuentes causadas por el uso prolongado de estos aparatos: resfriados, laringitis, faringitis, sinusitis, crisis de alergias, broncoespasmos en personas asmáticas y episodios de agravamiento de EPOC en casos más complejos, añade la especialista.

La temperatura ideal para dormir ronda entre los 24 y 25 grados, ya que resulta confortable para el cuerpo. Cuando uno duerme con temperaturas más altas, nuestro cuerpo suele tener despertares por incomodidades o sudoración. Estos factores contribuyen a que el sueño sea superficial y de mala calidad.

Por eso es importante que en verano la habitación esté lo suficientemente refrigerada. El objetivo es lograr una temperatura de 24/25 grados. “También hay que tener cuidado con poner el aire acondicionado en una temperatura menor porque puede resultar contraproducente, ya que podemos sentir frío y despertar varias veces a mitad de la noche”, señala, por su parte, Facundo Nogueira, neumonólogo y jefe del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas.

A su vez, agrega: “Una persona adulta necesita dormir entre 7 y 9 horas para tener una calidad de vida adecuada, un sueño reparador. Dormir menos de 7 horas aumenta el riesgo de padecer enfermedades como problemas cardíacos o problemas metabólicos y también aumenta la mortalidad de forma global. También aumenta el riesgo de tener presión alta, arritmias y problemas cardiacos. Los niños y los adolescentes necesitan dormir más horas por la noche”.

En tanto, Putruele destaca que debido a que los aires acondicionados secan los conductos nasales, pueden causar irritación en las membranas mucosas. En ausencia de esta protección nos volvemos más vulnerables al ataque de algunos virus. El empleo del aire acondicionado favorece la permanencia de las personas en ambientes cerrados, con menor ventilación, facilitando de este modo la transmisión y el contagio de gérmenes, precisa.

En cuanto al uso del aire acondicionado a la hora de dormir, los especialistas recomiendan mantener la temperatura regulada entre 24 y 27 ºC utilizando la función de modo nocturno para no enfriar en exceso el ambiente durante la noche.

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