Del 8 al 12 de mayo desarrollan una campaña gratuita de detección de dermatitis atópica

Por Redacción Curar con Opinión

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria y crónica de la piel, caracterizada por brotes frecuentes, picazón intensa, irritación, dolor, enrojecimiento, costras e infecciones. Las lesiones pueden ubicarse en la cara, el cuero cabelludo, las orejas, el dorso de las manos y las zonas de flexión de las extremidades.

“Tiene un alto impacto en la calidad de vida ya que atraviesa todos los ámbitos (familiar, laboral, social) de la persona que la presenta. Afecta aproximadamente del 15% al 25% de niños y adolescentes y del 1 al 3% de los adultos” explicó Débora Kaplan, médica dermatóloga, Presidenta de la Sociedad Argentina de Psoriasis (SOARPSO).

En la dermatitis atópica intervienen factores genéticos, ambientales, alteraciones inmunológicas y problemas en la función de barrera de la piel. Existen otras enfermedades desencadenadas por el mismo proceso inflamatorio y es muy frecuente que coexista con diferentes afecciones alérgicas. “En los primeros años puede aparecer solo como dermatitis, pero luego, puede co-existir con o preceder a otras manifestaciones alérgicas como la alimentaria, la rinitis o el asma. Estas enfermedades asociadas no deben descuidarse porque si, por ejemplo, no tratamos el asma la función pulmonar se verá afectada, si no tratamos la rinitis alérgica o la alergia alimentaria toda la calidad de vida del paciente se verá impactada”, afirmó Maximiliano Gómez, especialista en alergia e inmunología y Presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).

Es una enfermedad que requiere de un abordaje multidisciplinario en el que intervengan diferentes profesionales. “La visión del dermatólogo y del alergólogo se complementan y el paciente se beneficia del cuidado integral de su piel y de su alergia. Trabajar en conjunto garantiza una evaluación y un tratamiento especializado, complementario siempre en beneficio del paciente” agregó Gómez.

El diagnóstico a tiempo es el primer paso para poder cambiar el rumbo de una enfermedad. “Nos permite un tratamiento apropiado e individualizado del paciente, contribuir al alivio de los síntomas en aquellos casos con enfermedad más grave y avanzada, identificar y tratar, de ser necesario, las comorbilidades asociadas y en los casos leves, evitar la progresión del eczema”, aseguró Maria Eugenia Abad, Presidenta de la Sociedad de Dermatología Pediátrica para Latinoamérica (SDPL).

Dependiendo del perfil del paciente, es una enfermedad que, especialmente en la primera infancia, puede lograr la remisión en un número significativo; en otros casos, puede requerir de un tratamiento crónico y controlado por profesionales especializados. Para los casos con enfermedad moderada o grave, en los últimos años, han aparecido diversas herramientas terapéuticas que permiten mejorar sustancialmente la calidad de vida, controlando la picazón y las lesiones cutáneas de los pacientes que van desde los medicamentos biológicos (inhibidores de las interleuquinas 4 y 13), hasta los tratamientos orales (inhibidores de JAK).

.

También te puede interesar...