El verano más caluroso desde 1961

Este fin de semana Argentina atravesó la octava ola de calor de este verano. El cambio climático ha hecho que la temperatura se sitúe 1,7 grados por encima de lo normal, y esta temporada está siendo la más calurosa desde 1961.

Por Dr. Daniel Cassola

Argentina vivió un fin de semana sofocante por una ola de calor estival sin precedentes en más de seis décadas que puso en alerta sanitaria a nueve provincias del centro y norte del país, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Las temperaturas de casi 40 grados centígrados se repitieron por octava vez en el verano, cuando en la última década no hubo más de cuatro o cinco episodios similares por temporada, según el SMN.

Considerados todos los trimestres noviembre-enero registrados por el organismo oficial, el actual 2022-2023 ha sido el más cálido desde 1961, con una anomalía de +1,7 grados centígrados. “Una sola ola de calor entra en el rango de variabilidad climática normal. Pero con el cambio climático se observan olas más persistentes y más intensas en todos los continentes. Y en Argentina también se están dando en la Patagonia”, dijo el meteorólogo Enzo Campetella.

Las sucesivas olas de calor en territorio argentino comenzaron en noviembre. Durante 2022, el ciclo La Niña del fenómeno El Niño (ENSO) ha elevado los registros históricos de temperaturas en toda Argentina, donde la sequía afectó la siembra y cosecha de cultivos, y puede costar pérdidas mayores a los 10.000 millones de dólares, según un reciente informe de la Bolsa de Cereales de Rosario.

Según un análisis de atribución realizado por World Weather Attribution (WWA), el cambio climático causado por el hombre hizo que las olas de calor sean aproximadamente 60 veces más probables. WWA es una colaboración internacional que analiza y comunica la posible influencia del cambio climático en eventos climáticos extremos, como tormentas, lluvias extremas, olas de calor, olas de frío y sequías.

Existe una creciente preocupación en Argentina y América del Sur por las olas de calor, que se han vuelto más frecuentes y severas en las últimas décadas. Estos acontecimientos recientes son un claro ejemplo de ello.

Hace poco tiempo, la estación de Rivadavia, ubicada cerca de la frontera con Bolivia y Paraguay, registró 46 °C de temperatura máxima durante el 7 de diciembre, convirtiendo a la región en una de las más calurosas del mundo durante ese día.

En todo el mundo, el cambio climático hace que las olas de calor sean más comunes, más largas y más cálidas. Además, se determinó que ahora se puede esperar un evento similar aproximadamente una vez cada 20 años, con un 5 % de posibilidades de ocurrir cada año, pero que sin los efectos de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, habría sido un evento extremadamente inusual.

También se analizó que se puede esperar en un futuro cercano. Si las temperaturas globales continúan aumentando, los eventos como estos serán más frecuentes e intensos. Por ejemplo, si las temperaturas medias globales aumentan solo 0,8 °C, es decir, hasta a un calentamiento total de 2 °C, una ola de calor tan caliente como esta sería aproximadamente cuatro veces más probable de lo que es ahora. Mientras que una ola de calor que ocurre aproximadamente una vez en 20 años sería de 0,7 a 1,2 °C más caliente que ésta.

Las olas de calor se encuentran entre los peligros naturales más mortíferos. Cada año, miles de personas mueren por causas relacionadas con el calor, y se sabe que los eventos inusualmente cálidos de principios de temporada son particularmente más mortales. Sin embargo, el impacto total de una ola de calor a menudo no se conoce hasta semanas o meses después.

El estudio fue realizado por 18 investigadores como parte del grupo World Weather Attribution, incluidos científicos de universidades y agencias meteorológicas de Argentina, Colombia, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.

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