Lo sostuvo Graciela Fernández Meijide, ex legisladora. ESCUCHA EL AUDIO.
«Cada vez que aparece un nieto es una emoción. No se me escapa que Estela es simbólica de esta búsqueda por lo que es mucho más fuerte la conmoción. Ella siguió buscando al nieto propio y a los ajenos. Me emociona cada vez que se recupera un nieto, se me llenaron los ojos de lágrimas y me puse muy contenta. Uno no puede dejar de pensar en el dolor de orígen. El castigo se extendió a los hijos. A la hija de Carlotto la secuestraron a los dos meses y medio de embarazo, le dejaron llevar el embarazo a término. Luego le cambiaron la identidad a su hijo y la mataron. No se me ocurre una perversión mayor», comentó Fernández Meijide.