La jubilación mínima cubre menos de un tercio de la canasta básica

En los últimos doce meses, la Canasta Básica de los jubilados ha experimentado un vertiginoso incremento del 239%, según los cálculos revelados por la Defensoría de la Tercera Edad.

Por Dr. Daniel Cassola

Este aumento exorbitante ha llevado el valor de esta cesta de necesidades esenciales a la alarmante cifra de $685.041. Comparado con la medición realizada en octubre del año anterior, el incremento asciende a un desalentador 118,73%. Este ascenso vertiginoso, impulsado por el embate inflacionario y los ajustes en los haberes jubilatorios, golpea directamente el ya debilitado poder adquisitivo de los adultos mayores, exacerbando la brecha entre sus gastos mensuales y los ingresos que perciben.

Los $685.041 estimados como necesarios para cubrir los gastos básicos de los adultos mayores distan enormemente de la realidad de las jubilaciones mínimas, que se sitúan en $134.445 y alcanzan los $204.445 con el bono adicional de $70.000. Incluso el haber medio de aquellos jubilados que no han recurrido a moratorias apenas llega a los $299.407.

Por otro lado, el programa de Pensión para Adultos Mayores (PUAM), destinado a aquellos mayores de 65 años que no han alcanzado los 30 años de aportes necesarios para la jubilación ordinaria, se encuentra actualmente en $107.556,24. Con el bono de refuerzo de $70.000, el monto se eleva a $177.557.

Estas cifras son el resultado del último ajuste dispuesto por el Gobierno en marzo, donde las jubilaciones experimentaron un incremento del 27,18%. Sin embargo, esta subida se ve opacada por la inflación del primer bimestre del año, que alcanzó el 36,6%.

La Canasta Básica de $685.041 está dividida en diversas categorías, entre las que se incluyen alimentos, limpieza, insumos de farmacia, medicamentos, vivienda, transporte, recreación, vestimenta y servicios. Según el informe de la Defensoría, el rubro de medicamentos contempla una amplia variedad de fármacos para diferentes patologías, considerando los descuentos que se aplican en farmacias según la obra social del jubilado, los cuales oscilan entre el 40% y el 80%.

Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad, ha expresado su preocupación ante estos nuevos datos, reafirmando la situación de precariedad y miseria en la que se sumerge cada vez más este sector de la población. Semino señala que no se trata simplemente de que los jubilados continúen en una situación difícil, sino que día a día están empeorando, sin vislumbrar una reversión de esta situación.

Ante esta crisis, el Gobierno evalúa la posibilidad de enviar al Congreso un proyecto de ley para debatir una nueva fórmula de ajuste de los haberes jubilatorios en los próximos días. Manuel Adorni, vocero presidencial, adelanta que esta nueva fórmula seguramente incluirá la premisa fundamental de evitar que los jubilados sigan perdiendo contra la inflación, como ha venido sucediendo desde la última reforma.

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