Ese fue el lema de un congreso organizado por las instituciones de salud privada nucleadas en Adecra y Cedim. Se expresaron actores distintos sectores y partidos políticos. A pesar de las coincidencias discursivas hay pocas soluciones a la vista.
Por Dr. Daniel Cassola
A la hora de hablar parece haber coincidencias entre distintos sectores sociales, económicos y políticos con respecto a la salud. Pero, por ahora, las palabras y las supuestas buenas intenciones no se traducen en hechos concretos. La semana pasada distintos empresarios médicos, autoridades políticas y otros analistas del área debatieron sobre dirección médica, recursos humanos y la política económica del sector en el contexto nacional.
“Los prestadores estamos atrás en los aranceles. Considerando salarios, insumos médicos y no médicos, honorarios y cargas sociales, entre otras variables, el costo total es del 134%”, señaló el presidente de Cedim, Marcelo Kaufman. “En el acumulado de enero a agosto, la inflación salud de los prestadores está 20 puntos por encima del costo IPC para el mismo periodo. Además, de cada 100 pesos que facturamos recibimos 91 pesos, teniendo en cuenta que cobramos a 90 días. ¿Ustedes creen que podemos ser sustentables con esta inflación?”, interpeló Kaufman al auditorio.
Como parte de la crisis estructural que enfrenta el sector, se trató el aumento de costos, la desactualización arancelaria y el desacople financiero, los problemas de precios de medicamentos y altas tecnologías, los desequilibrios en el Programa Médico Obligatorio (PMO) y en la costo-efectividad de las prestaciones, entre otros temas.
“La salud como bien público, que es lo que debería estar en la agenda del Estado y de la sociedad, el federalismo, el financiamiento digno, la calidad y eficiencia y nuestros recursos humanos son los cinco pilares que debe sostener nuestra actividad”, afirmó Carlos Pesa, quien es presidente del directorio del Sanatorio 9 de Julio, de Tucumán. En este sentido propuso “consensos para una reforma del sistema y avanzar en la provincialización o regionalización para dejar atrás la fragmentación”, entre otros puntos. “Nosotros tenemos que hacer el cambio: salgamos de la queja a la propuesta”, recalcó.
A su vez, el presidente de Adecra, Jorge Cherro puntualizó algunas de las principales medidas que considera necesarias para el sector: “Actualización de los subsidios y beneficios hasta que se recompongan los aranceles congelados durante 2020, tratamiento legislativo para poder utilizar el saldo técnico del IVA Crédito Fiscal y una moratoria impositiva amplia”. “Necesitamos que se nos dé el lugar que nos corresponde por lo que somos: uno de los motores fundamentales en la cadena productiva del país”, resumió.
El sector de la salud genera más de 800 mil puestos de trabajo, que es casi el 7% del empleo registrado en la Argentina, y las instituciones de salud privada representan más de la mitad de esa fuerza laboral. Sin embargo, se encuentra en “emergencia sanitaria” desde hace más de dos décadas.
En otro panel, integrado por políticos de distintos sectores también hubo algunas coincidencias. A su turno, el presidente de la Comisión de Salud del Senado de la Nación, Pablo Yedlin, expresó que “además del fraccionamiento, la salud tiene severas inequidades”, y se refirió, entre otros indicadores, a la “alta tasa y dispersión” de la mortalidad infantil y a enfermedades como VIH y sífilis.
En la misma línea, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, declaró: “Tenemos un sistema de salud que cada día que pasa está un poco peor y va explotando en pequeñas partes”. En el plano de la macroeconomía, el diputado nacional de Juntos por el Cambio Luciano Laspina reflexionó: “Argentina tiene que crear mecanismos de mayor competencia para la salud y para todo el sistema. Si hace diez años tenemos problemas en cuanto a la pobreza, el gasto público y la presión impositiva, ya es hora de replantear las normas”.
Las distintas voces que se expresan en este y otros foros hablan de un presente prácticamente insostenible y de la necesidad de cambios. Pero, a pesar de las coincidencias, por ahora nadie los implementa.