La conclusión se desprende de un informe publicado por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) con motivo del comienzo de la vacunación aquí de la población entre 12 y 17 años. Quiénes presente alguna condición previa tienen prioridad. Es importante conseguir que más población se vacune ante las mutaciones del virus.
Por Dr. Daniel Cassola
La distribución de las primeras 900 mil de las 3.500.000 de dosis de Moderna que el gobierno nacional recibió de Estados Unidos comenzó hoy. Según el esquema que disponga cada jurisdicción los menores de entre 12 y 17 años pueden comenzar a inscribirse para recibir, en los próximos días, la primera de las dos aplicaciones necesarias para completar el esquema.
Según informó la SAP hoy en un comunicado la vacuna de Moderna, que lleva la marca Spikevac, fue aprobada para menores luego de una recomendación del Comité de Medicamentos Humanos (CHMP) de la European Medicines Agency (EMA). La vacuna ya estaba autorizada para su uso en personas mayores de 18 años. La autorización de comercialización condicional se otorgó “en interés de la salud pública, porque el medicamento aborda una necesidad médica insatisfecha y el beneficio de la disponibilidad inmediata”.
La vacuna llegó a aprobarse luego de haber sido testeada en un estudio clínico en el que participaron 3.732 niños de entre 12 y 17 años. El resultado observable fue que se produjo una respuesta de anticuerpos comparable a la observada en adultos jóvenes de 18 a 25 años. Además no hubo ningún caso de Covid-19 sintomático en el grupo vacunado y 4 contagios con síntomas en el grupo placebo. Los efectos secundarios fueron similares a los presentados en el grupo de 18 a 25 años, la mayoría de tipo leve a moderado y con mejoría a pocos días de la vacunación. La conclusión del estudio es que los beneficios superan ampliamente a los potenciales riesgos.
Por su parte la SAP consideró que si bien la población pediátrica no es la más afectada en el marco de la actual pandemia, los niños pueden enfermar y en algunas situaciones desarrollar formas graves de la enfermedad y complicaciones posteriores. Los menores también, cuando presentan cuadros graves, poseen mayor carga viral y pueden transmitir la enfermedad. En este contexto, es importante que el mayor porcentaje posible de la población se vacune para agrandar la barrera epidemiológica y poder controlar la pandemia.
Además los pediatras recalcaron que “todas las vacunas con las que contamos actualmente contra el Covid-19 son seguras y efectivas” y que la vacunación en la población pediátrica debe comenzar por aquellos niños con comorbilidades que tienen más riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad que provoca el Covid-19. En adición, “todo adolescente que cuente con certificado único de discapacidad (CUD) deberá ser vacunado.”
Por último, los niños que debería acceder a la vacunación en esta etapa son aquellos que presentan enfermedades cardiológicas, respiratorias, renales, reumáticas, infectados con el virus del VIH, diabéticos, obesos, quienes padezcan enfermedades hepáticas, gastrointestinales, hemato-oncológicas, los niños que hayan sido trasplantados, quienes acarreen enfermedades genéticas, inmunes, neurológicas, quienes sean intelectualmente discapacitados y, finalmente, los adolescentes institucionalizados. Es un paso más para que toda la comunidad gane seguridad contra un virus que avanza y muta. Cuantos más argentinos estén vacunados más cerca está la salida.