Por Dr. Daniel Cassola
En la actualidad la expectativa de vida en Argentina es de 76,3 años, lo que la ubica alrededor del puesto 50 a nivel mundial, una suerte de “mitad de tabla”. Por arriba se encuentran los países más desarrollados del mundo e incluso algunos de la región de las Américas.
La extensión de la vida es seguramente una preocupación humana desde hace mucho tiempo. Más allá de ciertos preceptos generales como el de llevar un estilo de vida saludable y poder acceder a servicios de salud no existe una receta mágica.
Pero hay regiones del mundo sobre las que los científicos posan sus ojos por la longevidad de sus habitantes, que claramente rompen todos los promedios.
Uno de los países con más longevos del planeta es Japón, cuya expectativa de vida supera hoy los 83 años. En particular, las islas de Okinawa son llamadas “la tierra de los inmortales”, por la gran cantidad de habitantes centenarios que allí moran.
Por lo general se tiende a observar la dieta para entender por qué la gente vive más que en otros lugares. En Okinawa los alimentos habituales son el tofu (una suerte de queso de soja y batata) y el pescado. Pero lo más notable de la sociedad es que mantiene activos a sus integrantes más añosos. Hay actividades constantes para los más grandes que nunca dejan de sentirse incluidos. Quizás en esto más que en el tofu resida el secreto de los okinawenses.
El segundo país que merece un análisis es España, tierra de los abuelos de gran parte de los argentinos, donde la expectativa de vida es de 82,8 años. Los factores a considerar aquí son tres.
En primer lugar la dieta mediterránea está reconocida como una de las más saludables, con sus componentes de verduras, oliva, vino y pescados. A esto le tenemos que agregar una práctica que los españoles reivindican: la siesta.
La siesta no necesariamente implica dormir, pero sí consiste en una pausa más prolongada en el trabajo. Entonces la gente se toma su tiempo para almorzar, camina más, se mueve más y no solo engulle rápidamente un alimento para seguir trabajando lo antes posible como sucede en otras partes del mundo. La pausa a mediodía se practica hasta en ciudades como Barcelona.
Volvemos a Asia para el siguiente ejemplo. En Singapur la longevidad es una política de Estado. Recientemente el país alcanzó el índice de expectativa de vida de 83,1 años, el mejor de toda su historia.
¿Cómo lo hizo? En primer lugar, por su política impositiva, el consumo de tabaco y alcohol en Singapur es sumamente oneroso. En segundo lugar la medicina preventiva es el centro del sistema de salud. Por eso el país se encuentra lleno de plazas y gimnasios públicos donde la población se puede ejercitar.
Por último vamos a Suiza, donde la gente vive en promedio 81 años. Aquí el bienestar es la clave, ya que posee uno de los sistemas de salud más avanzados del planeta, y la seguridad y la sensación de bienestar (en parte derivada de la situación económica) son comunes a prácticamente toda la población. El alto consumo de lácteos y queso también es señalado como un factor.
No hay una fórmula precisa como se puede ver. Pero cuánto mejor sea la inversión en salud y bienestar más años va a vivir la población. Seguramente este concepto esté comprendido dentro del significado de desarrollo.