En 2020 las coberturas de vacunación registraron un descenso promedio de 10 puntos respecto de 2019. La pandemia fue el principal desencadenante, pero la tendencia declinante ya se veía desde 2019, año en el que se habían registraron los niveles más bajos de inmunización de la última década.
Por Dr. Daniel Cassola
Según el último reporte de la Dirección de Enfermedades Inmunoprevenibles del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina durante el año 2020 las cifras de coberturas nacionales de vacunación cayeron 10 puntos respecto de 2019. Incluso ya 2019 era el año en el que se habían alcanzado las coberturas más bajas de la última década, antes de la llegada de la pandemia.
Los especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresaron nuevamente su preocupación por esta situación, que afectó fundamentalmente a los niños en edad escolar y a los adolescentes. La afirmación fue realizada en el marco de la Semana de la Inmunización de las Américas 2022, una iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que establece del 23 al 30 de abril una oportunidad de reflexión para destacar la importancia de la vacunación.
“Sin lugar a dudas, la pandemia precipitó la caída en los índices de vacunación. Contribuyeron cuestiones vinculadas al temor de la gente a salir de sus casas, a las dificultades económicas para acceder al centro de salud, escasez de recurso humano, horarios acotados y disminución de las consultas y de los controles de salud que posibiliten la indicación de las vacunas correspondientes. También influyó, entre otros factores, una baja percepción del riesgo de no inmunizarse por parte de la población”, afirmó Florencia Lución, presidenta de la Subcomisión de Epidemiología de la SAP.
“En indispensable que la población conozca la importancia que tienen las vacunas en la prevención y erradicación de enfermedades. Constituyen una estrategia fundamental en la prevención de enfermedades de alto impacto en la salud de la población, tales como el sarampión, la poliomielitis, el tétanos, la difteria, coqueluche, la neumonía, la poliomielitis, la meningitis y las diarreas por rotavirus”, agregó Gabriela Tapponnier, infectóloga pediatra, secretaria del Comité de Infectología de la SAP.
“Se deben realizar los máximos esfuerzos para mejorar y mantener coberturas de vacunación adecuadas y homogéneas en todo el territorio nacional, para evitar la reemergencia de viejas enfermedades eliminadas en la región (poliomielitis, tétanos neonatal, sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita) y el aumento de casos de las enfermedades controladas como resultado de la vacunación masiva (hepatitis A, enfermedades invasivas por Hib, coqueluche, difteria y tétanos)”, destacó por su parte Miriam Calvari, prosecretaria del Comité de Infectología de la SAP.
Las especialistas de la SAP coinciden en que el fin último de la vacunación es la erradicación de una enfermedad y, aunque no todas las enfermedades pueden ser erradicadas solo por vacunas sí se debe considerar que constituyen una de las herramientas principales para el control de las enfermedades inmunoprevenibles.