El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires liberó el uso de barbijos en las escuelas. A su vez, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y su par de la provincia de Buenos Aires Nicolás Kreplak ratificaron las recomendaciones de continuar con el uso de tapabocas en espacios cerrados.
Por Dr. Daniel Cassola
Con los casos a la baja y otros temas prioritarios en la agenda de la discusión pública, como por ejemplo la inflación y el acuerdo con el FMI, la pandemia ha dejado de ocupar las tapas. Pero oficialmente nadie ha dado por cerrada esta difícil etapa a nivel sanitario. Las diferencias que en estos dos años varias veces se manifestaron entre las autoridades porteñas con las de provincia y nación se resaltaron una vez más en torno a la recomendación del uso del barbijo.
La ministra de Salud, Carla Vizzotti, ratificó la recomendación del uso de barbijos en espacios cerrados y confirmó que la decisión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de liberar la utilización de esos elementos de protección en las escuelas fue unilateral y va a contramano de una decisión del Consejo Federal de Salud, tomada una semana atrás.
“Recomendamos el uso del barbijo porque es una de las herramientas que ha demostrado disminuir la transmisión de todos los virus respiratorios”, puntualizó la titular de la cartera sanitaria al ser consultada sobre si era relevante o no el uso de tapabocas en un período de disminución de casos de coronavirus. La recomendación fue votada “de manera unánime” por todos los responsables provinciales de las carteras de Salud durante una reunión que mantuvieron el viernes pasado en el marco del Cofesa.
Durante ese encuentro, los ministros y ministras de Salud de todo el país expresaron su “preocupación” ante “el aumento de enfermedades respiratorias en el ámbito escolar, que es un lugar donde las chicas y chicos están un tiempo prolongado y en contacto permanente”, fundamentó Vizzotti. El dato revela, entonces, que la decisión del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta de liberar el uso de barbijos a partir de hoy y en todas las escuelas porteñas va en contra del criterio sanitario acordado por todas las carteras sanitarias de la Argentina.
El fin de la obligatoriedad para la utilización del barbijo fue anunciada por el jefe de gobierno de Juntos por el Cambio el viernes pasado, el mismo día que el Cofesa recomendó lo contrario. El argumento de Rodríguez Larreta fue que esa medida favorecería el “bienestar socioemocional” de los estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario.
Vizzotti sostuvo que, por el contrario, “la recomendación de sostener el uso del barbijo fue unánime no solo en las escuelas sino en todos los lugares cerrados”. Sobre todo, agregó, “teniendo en cuenta la presencialidad plena, el inicio del otoño” y la aparición “inusitada y adelantada del virus de influenza, que tiene la misma vía de transmisión que el Covid y que en este momento tiene un impacto muy importante en pediatría”. “Los niños y las niñas son una población muy susceptible” al contagio de virus respiratorios y, por eso, “es importante sostener el uso del barbijo”, insistió.
Además, añadió, “estamos esperando que en invierno haya un aumento del número de casos y cuanta más protección haya más importante para que no hayan más internaciones ni más muertes”.
Quien también salió al cruce de la decisión del gobierno porteño de quitar la obligatoriedad del tapabocas en las escuelas fue el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. El funcionario no solo ratificó que la provincia de Buenos Aires seguirá la recomendación votada en el Cofesa sino que también cuestionó a Juntos por el Cambio de “boicotear” esa medida preventiva con decisiones “irresponsables”. “Son decisiones que tienen que ver con diferenciarse políticamente y le hacen mal al sistema de salud”, consideró el ministro.