La diabetes no es solo una restricción en la dieta con respecto a los dulces

Por Dr. Daniel Cassola

Tener diabetes no es solo vivir con una restricción para ingerir productos ricos en azúcar sino que se trata de algo mucho más complejo. Una campaña busca destacar que el correcto tratamiento de la diabetes permite el cuidado del corazón, los riñones y otros órganos.

En Argentina, hay aproximadamente 4 millones de personas que hoy viven con diabetes. La principal causa de mortalidad para quienes tienen esta patología son las enfermedades cardiovasculares y renales. La prevención y el correcto tratamiento pueden evitar los daños en estos órganos.

Las enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas (diabetes como la de mayor importancia y relevancia) están estrechamente ligadas, y representan la mayor causa de morbilidad y mortalidad en el mundo. Para mejorar el pronóstico de los pacientes, es esencial cuidar los factores de riesgo, un diagnóstico temprano y adecuados tratamientos que ayuden a prevenir la aparición de los efectos de la diabetes en el riñón y en el corazón.

El tratamiento integral de la diabetes es más que sólo controlar estrictamente los niveles de glucosa en sangre, ya que existe una alta prevalencia de complicaciones cardiovasculares y renales que son independientes del control glucémico. El 40% de las personas con diabetes puede sufrir un deterioro en su función renal y duplicar el riesgo de padecer un infarto y/o insuficiencia cardíaca.

“La nefropatía diabética se caracteriza por la pérdida progresiva de la función renal a lo largo del tiempo, que en sus estadíos avanzados requieren de alguna forma de tratamiento sustitutivo de la función renal a través de diálisis o de un trasplante renal”, señaló Augusto Vallejos, jefe de Servicio de Nefrología del Sanatorio Junín.

Además, comenta que “de todas las causas que llevan a la enfermedad renal crónica, la diabetes es una de las más frecuentes. Las manifestaciones clínicas que pueden presentarse en las etapas iniciales suelen ser inespecíficas, como el cansancio, que al hacerse cotidianas producen una adaptación y, por lo tanto, el paciente no las identifica como un problema de salud.”

El corazón y el riñón son dos órganos que intervienen en la circulación sanguínea, por ende, cuando se afecta uno impacta negativamente en el otro. La insuficiencia cardíaca produce alteraciones en la hemodinamia vascular, lo cual puede afectar el normal funcionamiento del riñón y llevar a una insuficiencia renal. El 36% de los pacientes con insuficiencia cardíaca tiene insuficiencia renal. Asimismo, la insuficiencia renal es un importante factor de riesgo cardiovascular.

Para ambas patologías lo más importante es la prevención. Un control periódico con el médico de cabecera es fundamental para evitar la aparición y la progresión de las enfermedades asociadas a la diabetes. Además, es importante mantener un estilo de vida saludable, evitar el sedentarismo, seguir una buena alimentación y evitar el consumo excesivo de sal.

Según la encuesta nacional de factores de riesgo de 2018 el 12,7% de la población tiene diabetes o glucemias elevadas. Pero lo que se busca resaltar desde una serie de organizaciones como la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) es que esta patología es más que un simple chequeo periódico. La diabetes es más que controlar la glucosa.

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