Por Redacción Curar con Opinión
La principal vacuna rusa busca otros formatos para agilizar la inmunización y prevenir contagios. En Moscú se van a llevar a cabo ensayos clínicos de la vacuna Sputnik V en forma de gotas nasales. Las gotas no sustituyen a la vacunación completa, pero pueden ser útiles como forma adicional de protección si decae la inmunorresistencia, cuya duración todavía no está clara.
«Los especialistas han desarrollado una versión nasal de Sputnik V que forma inmunidad en el área de la nasofaringe. Estamos explorando nuevas formas de protegernos contra el coronavirus», dijo en su blog el alcalde de la capital rusa, Serguei Sobianin.
Según han declarado científicos rusos a la revista ‘Forbes’, después de una vacunación intramuscular existe la posibilidad de que la persona siga siendo portadora de la infección durante algún tiempo: «Es posible que la persona ni siquiera note la infección, pero será portador durante varios días». Pero si la vacuna se administra por la nariz, además de proteger el tracto respiratorio inferior y los pulmones, se formará una primera línea de defensa con la inmunidad de las membranas mucosas.
La gran pregunta es cuándo podrá estar lista esta vacuna. El ministro de Industria y Comercio, Denis Manturov, dijo en una entrevista a Interfax que «los ensayos clínicos deben comenzar en abril para la posterior producción en serie». El desarrollo del formato intranasal corre a cargo del Instituto Gamaleya (creador de la vacuna Sputnik V) y la empresa Generium. Otra entidad rusa, el Centro Federal de Investigación de Medicina de Novosibirsk también está tras la pista de una vacuna en gotas, aunque el proyecto atraviesa problemas por falta de financiación. Ambos equipos persiguen el mismo fin: una vacuna que evite la inyección y dé una protección adicional al cuerpo.